lunes, enero 16, 2006

De escenas clave y cómics de superhéroes

Hay géneros cinematográficos que se basan en un tipo determinado de escenas: las canciones y bailes de los musicales, los empujones y lametones de las porno, las hostias de las pelis de kung-fu. Eso es lo que interesa al público y el resto del film es de un interés muy relativo. Puede estar más o menos trabajado, mejor o peor, pero no deja de ser la excusa para poder presentar una serie de momentos.
Esta idea puede ser prolongada a los cómics. Las historietas de humor de una página, por ejemplo. Si el gag final funciona, todo va bien. Si no tiene gracia, es un fracaso. Todo es un esqueleto para una escena que busca el lector, una cómica en este caso.
¿Y los superhéroes? ¿Dependen de un tipo concreto de escenas?
Lo digo porque de un tiempo a esta parte, veo a aficionados algo moscas porque ya no hay tantas tortas y tantas peleas en los cómics de superhéroes. ¿Son sólo estas escenas lo que buscan los lectores? Puede que no todos, pero algunos sí, está claro.
De esto tiene la culpa de descompresión narrativa y el publicar cómics mensuales pensando en el tomo recopilatorio que hace que las escenas de acción queden más repartidas, muchas veces inexistentes durante meses.
Pero creo que estos lectores no se han dado cuenta de una de las verdades del género. A veces, la mayoría de veces, tienen mucho más interés los motivos, los prolegómenos y las consecuencias de una lucha que la lucha en sí.
Ejemplos: la saga del Planeador Maestro de Stan Lee y Steve Ditko en Amazing Spider-Man. ¿Qué momento recuerdan todos? ¿Cuándo se descubre que el Planeador es el Doctor Octopus? No. ¿La lucha? No. Se acuerdan de Spiderman liberándose de una montaña de escombros que tiene encima para ayudar a su tía May. Nada de puñetazos, estratagemas de combate ni nada. Spiderman y un montón de cascotes. De otros combates clásicos del Trepamuros contra Octopus nos quedamos con la muerte del Capitán Stacy, aplastado por salvar a un niño, con esa confesión final, o la muerte del hermano de Betty Brant y sus consecuencias románticas.
Otro. ¿Cuál es, posiblemente, la viñeta más recordada de la saga de Fénix Oscura? Lobezno solo en las alcantarillas con mierda hasta las cachas. La muerte de Fénix queda en un honroso segundo lugar. Tal vez, ni eso...
Más. ¿Cuál es el gran momento de la saga del Imperio Secreto del Capitán América? El suicidio que no se ve del líder de los villanos. Todos los combates con Piedra Lunar no pueden ni compararse a esa escena.
Lo que quiero decir es que, pese a que la acción puede estar bien, lo que acaba quedando en el lector es el drama y algunos momentos impactantes, lo que no quiere decir necesariamente impactos físicos... Que Batman le dé de tortas por enésima vez al Joker hasta en el paladar de la boca nos la trae al pairo. Bostezos. Que Spiderman le revele su identidad a un niño con leucemia nos deja planchados en la butaca (o donde leamos, no entraremos en detalles).
Parece que Marvel quiere hacer arcos argumentales más cortos para poder meter más acción. Creo que es una tontería. Si el cómic es bueno o es malo es lo que al final importa, eso es lo que hará que los lectores vuelvan a por más. Y la calidad no viene dada por un mayor porcentaje de tortas por páginas, sino por el drama que se desprenda de todo ello.
Lo de Civil War puede ser al final una tontería como una casa, pese a que haya autores tan interesantes como Mark Millar y Steve McNiven al frente, pero es un planteamiento dramático que puede dar mucho juego. Nada de superhéroes que se pelean por el típico malentendido, aquí se van a pelear por posturas ideológicas diferentes ante una nueva legislación. A mí esto me parece mucho más interesante que, no sé, un ataque en masa de cuarenta villanos sobre Lobezno. Porque Lobezno sé que, mejor o peor parado, no lo sé, pero saldrá de ésta.
Y esto no sé cómo va a acabar ni cómo van a reaccionar los personajes...