Ayer me lei un número que conseguí recientemente gracias a eBay de Super Totem: Guerra en los pantanos por Sergio Toppi. En Super Totem se editaron bastantes números de la colección italiana de Bonelli Un uomo, un'avventura, una de las experiencias editoriales de dicha editorial más curiosas ya que adoptó el formato álbum tradicional para dejar a un buen número de autores de primera fila que contaran relatos de aventuras situados en diferentes épocas y sin protagonismo fijo. Entre los autores se pudo ver a Hugo Pratt cuatro veces (de una de esas historias, Jesuita Joe, incluso haría una segunda parte años después), a Guido Crepax, a Toppi, a Battaglia, a un sorprendente Bonvi, a un joven Manara (ilustrando un guión de Alfredo Castelli, el creador de Martin Mystere, aunque las ediciones españoles lo hayan obviado), incluso a algunos españoles como Fernando Fernández y Enric Sió. La colección duraría treinta números editados a lo largo de cinco años. La gran mayoría apareció publicada en España por Nueva Frontera en su colección Super Totem, pero Norma editaría también algo (la brillante El hombre de Filipinas de Berardi y Milazzo).
Guerra en los pantanos (L'uomo delle palludi, originariamente) está situada hacia 1840 y narra los enfrentamientos entre los indios seminolas que habitan los pantanos de Florida (junto a muchos esclavos negros fugitivos que encontraron allí un hogar) y el ejército de los EEUU visto desde el punto de vista de un esclavo negro fugitivo cuya piel sorprendentemente clara le ha permitido alistarse en el ejército dodne está como sargento.
Sergio Toppi es un gran dibujante pero el guión es demasiado frío, demasiado constreñido por el afán de rigurosidad histórica. El drama del protagonista no nos emociona en ningún momento. Nos impresionan más escenas como las madres indias matando a sus hijos en una viñeta aislada que lo que haga o deje de hacer el sargento Whiteman (irónico el nombre, eso sí).
Al menos uno puede deleitarse con los retratos de los pantanos, de los indios, de los militares. En parte. Toppi es, repito, un dibujante maravilloso. Sus trabajos pintados son de lo más interesante. Pero no sé por qué el coloreado es tan soso, tan plano (puede que el color lo diera otro; es una pega de varios números de la colección italiana). Páginas y páginas donde todo o casi todo es verde. ¿Se buscaba dar la sensación de falta de luz y opresión de los pantanos? No sé si se acaba de conseguir pero desde luego las páginas pierden mucho interés gráfico.
Un cómic curioso pero sin especial relevancia.