Guido Crepax tenía varias neuras personales que iban saliendo constantemente en su obra: el jazz, la revolución rusa y su posterior degradación, el fetichismoy la dominación sexual...
Por eso me sorprendió el descubrir que, aparte de carteles para causas comunistas, había realizado este cartel de algo tan hortera como el Festival de la Canción de San Remo. Toda una muestra de pop art y del sentido del diseño de este autor.