miércoles, junio 03, 2009

Salón del Cómic de Barcelona (1): El Gran Premio del Salón

El regreso de un salón, de unas jornadas, siempre es duro. No llegué al extremo de tirar la ropa para que entraran más tebeos en la maleta como sé que ha hecho alguno alguna vez pero casi... Por no mencionar el cansancio físico, provocado por no dormir apenas, y horas de patear salón, hablando con la gente...
En resumidas cuentas, que ando aún un tanto apalizado como para escribir mis textos largos sobre salones. Ya vendrá pero, por ahora, me quiero centrar en un tema que me entristece, por llamarlo de alguna manera: el Gran Premio del Salón, el premio a toda una carrera.
Este año lo ganó Ana Miralles. Nada que objetar, excepto que se demostró, como escribió Joan Navarro en su blog, que el Comité Ejecutivo ha decidido que el Premio a toda una Carrera se dé a gente que aún le queda mucha carrera por delante. Los últimos ganadores han sido Miralles, Pascual Ferry y Miguelanxo Prado. Si les hubieran dado este premio dentro de diez años hubiera sido lo mismo, de hecho con más motivo. Generalmente, se iban alternando autores muy veteranos, con otros con una carrera extensa pero con bastante por delante. Parece que eso se ha acabado.
Dentro de algunos años, muchos veteranos que podrían recogerlos ahora ya no estarán aquí para poder recibir el premio. No puedo evitar recordar el año 2000 en que Carlos Giménez ganó premios a la mejor obra y mejor guión por Paracuellos 3 mientras que Max ganó el de toda una carrera. Cuando dijeron el nombre del ganador del Gran Premio, Max se había ido a la barra a pedir algo de beber ya que ni le pasaba por la cabeza que se lo pudieran dar a él a esas alturas.
Y no olvidemos que es un premio REMUNERADO. No es sólo honorífico ni una estatuilla, es pasta.
Y para acabar de indignarme, por decir algo, voy a la mesa redonda de homenaje a los autores que han fallecido recientemente.
Allí se cuentan cosas como que en sus últimos años Manfred Sommer se dedicaba a dibujar a lápiz cómics de Barbie para el mercado extranjero que le entintaba Pepe González.
O que Pepe González se dedicaba a hacer de lavaplatos en sus últimos tiempos para poder comer.
O que tanto Pepe González como Robert Segura murieron solos en sus casas y que no descubrieron sus cadáveres hasta pasados unos días.
No creo que, como dice Navarro en su blog, en Ficomic no sepan de tebeos. No tanto como Navarro o muchos otros, es evidente, pero hay gente que sabe. Lo que sí creo es que al ser un comité formado mayoritariamente por editores concretos intentan barrer para casa, para autores con obra para esas editoriales, y que darle un premio a un autor con apenas obra accesible (o editado por otros, quizás) no interesa. Ni Sanchís ni los hermanos Quesada rascarían bola en la actualidad pese a lo que han significado para la historia del tebeo español. Que en Angouleme se le dé un premio a una carrera a alguien más o menos en activo es lógico ya que el ganador será el presidente de la siguiente edición. Pero no es el caso.
Además, me pareció muy feo por parte de Ficomic invitar a Purita Campos a la entrega de premios. Purita había quedado segunda el año anterior: era una veterana, era un mujer (no había ganado nunca una mujer), su revival de Esther es un éxito, tenía una bonita exposición en ese salón... Si no me equivoco no había sido invitada nunca, seguro que se lo esperaba, me apuesto lo que queráis. Cuando la vi, pensé que se lo habían dado. Estaba con alguien que sabía ya los resultados y le dije Este año sí que se lo lleva, ¿no? Y el amigo me dijo que no. ¿Pues para qué la han invitado? Su respuesta fue Pues eso es lo que me pregunto yo.
Hubo quien después me comentó que se lo habían dado a Miralles para no dárselo a Purita, que habían buscado a otra mujer a quien dárselo. Otra persona que no querían dárselo porque Esther era un tebeo fascista.
Si es cierto, lo primero me parece de mal gusto tanto para Purita como para Miralles, que no debería ganar por su sexo o para que no gane otra persona sino por méritos propios que los tiene y muchos. Lo segundo me parece ridículo sobre todo si uno lee su obra actual. Las historias antiguas pueden ser más o menos ñoñas, rancias, conservadoras, si quieres, pero fascista me parece un término usado con mucha ligereza.
Me gustaría que el Premio a toda una Carrera fuera eso, a toda una carrera, a veteranos con una edad, que han sido historia del tebeo español, que significara una muestra del respeto que se merecen y, no lo olvidemos, una ayuda económica que muchos agradecerían.
Para acabar... Espero que el tercer álbum de las nuevas aventuras de Esther salga este año. Y que las seguidoras se movilicen y voten por esa obra en los premios populares. Si lo hacen, arrasará.
Y algunos nos quitaremos un cierto mal sabor de boca.