lunes, octubre 03, 2005

Último libro: Venus privada.

Recientemente acabé Venus privada de Giorgio Scerbanenco, que pillé en una céntrica librería de segunda mano de Palma. De Scerbanenco lei hace años Muerte en la escuela, que me impactó mucho en su momento. Ésta iba de la investigación de la muerte, tortura y violación múltiple que sufre una profesora a manos de sus alumnos, procedentes de ambientes marginales. Ese libro era uno de los protagonizados por Duca Lamberti, un médico cirujano que perdió su licencia y cumplió una pena de tres años de cárcel por un caso de eutanasia.
Venus privada es el primer libro que escribió Scerbanenco de su personaje más famoso (sólo pudo escribir cuatro ante la prematura muerte de Scerbanenco). En él se presentan, además, otros personajes secundarios de la serie: Livia, Carrua, etc... Lamberti es contratado por un ingeniero para que ayude a su hijo a que deje de beber. Pronto se descubre que el motivo de su alcoholismo está ligado a la muerte de una prostituta. Lamberti era hijo de un policía y esto le da contactos para intentar averiguar qué pasó realmente y así ayudar a su paciente. Pronto, Lamberti se ha de familiarizar con el submundo de la prostitución y especialmente de las prostitutas no profesionales que se ven atrapadas por redes de trata de blancas.
Es una novela muy diferente de lo habitual en novela negra americana. La carga social es mucho más importante que la trama, el héroe es mucho menos heroico. Lo que sí me sorprende es ver cómo se habla a veces del sexismo o actitudes fascistas de Mickey Spillane, casi paródicas, pero nadie dice ni mú de libros como éste donde se defiende la tortura a criminales (dice algo así como si arreas a un criminal, éste lo entiende porque es su lenguaje, si arreas a un inocente, mala suerte) y arreglar problemas mediante métodos expeditivos. Por no mencionar cómo es retratado un personaje homosexual, que vale, que es de los malos, pero del que se dicen epítetos tan políticamente incorrectos como pederasta asqueroso sólo por ser gay. Años sesenta, supongo. Aún quedaban muchas barreras que derribar.
Pese a que haya momentos que ideológicamente me chirrían, no deja de ser un libro muy entretenido, que he devorado más que otra cosa y que puede interesar a amantes de la novela negra que quieran ver cómo se hacían en Italia hace años.
Por cierto, la imagen la he sacado de la web de negra y criminal, que tienen Venus privada en stock, por si alguien está interesado en pillarlo.

5 comentarios:

  1. Ah, sí. Hubo una adaptación al cine hace años y la prostituta asesinada fue interpretada por ¡Rafaella Carrá!

    ResponderEliminar
  2. Anónimo2:28 p. m.

    Grande Giorgio Scerbanenco, sí señor.

    Pese a lo políticamente incorrectos que resultan algunos pasajes, leídos ahora. O quizá precisamente por ellos, quién sabe.

    Y pocos escritores, por cierto, conozco tan brutales.

    Lo de la maestra de "Muerte en la escuela", efectivamente, no tenía nombre, pero la minuciosa y desapasionada descripción de la desfiguración de la cara de la chica, aquí, o el peculiar uso que se le daba a las agujas de punto, en otra de las novelas, no se quedan atrás, no.

    "O tienes paciencia o matas".

    Qué grande.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. En Scerbanenco hay siempre una piedad por los que sufren que me parece muy destacable. Y no nos olvidemos de que Duca Lamberti, su protagonista más famoso, es un médico que practicó la eutanasia, tema también peliagudo.

    ResponderEliminar
  4. Anónimo4:34 p. m.

    Si ser políticamente incorrecto es denunciar ciertas lacras sociales, estoy con Scerbanenco. El mundo actual tiende a acallar, no decir cosas que en principio pueden chocar, pero que se hacen sotto voce. ¡Bienvenido ser políticamente incorrecto!

    ResponderEliminar
  5. Anónimo10:25 p. m.

    Encontré esta novela en un mercado de trastos en Santiago de chile, no sabía nada acerca del autor y después de unos meses la comencé a leer y me parece muy bien, muy ágil y cruda, aunque coincido con eso de los comentarios que pueden parecer politicamente incorrectos. espero encontrar otra obra de este giorgio.

    ResponderEliminar