El documental Rock-Ola, una noche en la movida es un buen modo de acercarse a ese lugar.
Un film entretenido, claro, informativo, lleno de curiosidades. Me ha llamado mucho la atención que, aunque aparezcan caras conocidas del Madrid de esa época (evitando los nombres más obvios), se centre bastante en los empleados del Rock-Ola (DJs, el portero, el organizador cultural, el encargado de las luces...).
Impactante esa imagen de Germán Coppini cantando con los Siniestro Total con la cara llena de escupitajos.
Yo si que fui al Rock-Ola (y no soy de Madrid), y lo recuerdo porque sólo al entrar sonaba el Blue Monday de New Order. También recuerdo que esa noche actuaba Objetivo Birmania (antes de convertirse en "Desidia...) Y por último, recuerdo a la Alaska, en la segunda pista, haciendo de fantasma (como ahora...) Sólo estuve una vez y relamente era un templo...
ResponderEliminar