Pero valió muy mucho la pena.
Una sala mostraba su mesa de trabajo, sus clasificadores para la documentación, pinturas de marinas, dibujos de animales, portadas de VHS o novelas de bolsillo.
Pero la guapa era la otra: docenas y docenas de portadas de El Capitán Trueno (incluyendo la del primer número), El Jabato, Joyas Literarias Juveniles, El Corsario de Hierro o El Sheriff King.
Me harté de hacer fotos. Como creo que lo mejor es enseñar algo de lo que hay en esa exposición, os dejo con una pequeña selección.
En la portada de "El tamborcillo sardo" estaba la foto de Daniel Bernal, hijo de Antonio, y que sirvió de referencia. |
Maravilloso ilustrador especialmente querido y admirado por mí, habrá que hacer un viajecito para acercarme de nuevo a ver parte de su obra. Interesante reportaje, a ver cuando nos pones mas fotos de la exposición.
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