Si sois habituales de este blog, tal vez sepáis ya de mi pasión por el autor de novela negra Elmore Leonard. Hace unos meses compré una de sus últimas novelas, Un tipo implacable, editada por Alianza, tras años en que Ediciones B había ido publicando sus obras de una forma un tanto anárquica, mezclando novedades, saltándose otras y reeditando algunas obras antiguas.
Un tipo implacable narra el enfrentamiento entre dos hombres muy parecidos en su origen, ya que ambos son hijos de millonarios petroleros, y muy diferentes en el fondo ya que uno ha entrado a formar parte de los defensores de la ley y el otro aspira a ser el enemigo público número 1; y también en el carácter, tranquilo y frío el primero, caótico y explosivo el segundo. Ambos comparten otro detalle: su pasión por la notoriedad. A Carl Webster, el ayudante del sheriff, el encanta ser el protagonista de artículos donde narrán cómo se cargó a tal o cuál delincuente. A Jack Belmont, el criminal, le mueve su deseo de ser más importante que Dillinger o Pretty Boy.
Leonard es un autor complicado de traducir, sobre todo en los títulos de sus libros, con juegos de palabras y dobles sentidos. El título español parece que vamos a leer a Spillane o algo así. El título original The Hot Kid juega con la idea del carácter incendiario, hotblooded, del criminal pero también en las ansías de protagonismo de ambos, de ser los protagonistas de los títulares de los periódicos. Oh, bueno...
Lo más sorprendente de esta novela es que Leonard se descuelga con una ambientación nada habitual: la ley seca, los años 30, los gangsters. Eso sí, un lector de Leonard se encontrará con todo lo que uno espera de él: grandes diálogos, personajes princiaples y secundarios perfectamente retratados, sorprendentes golpes de efecto. Incluso para los habituales a Leonard, éste nos devuelve un arquetipo que ha usado con anterioridad: el polícía hispano. Carl, Carlos, Webster sigue el camino de otros protagonistas (los de Fulgor de muerte o Ciudad Salvaje, por ejemplo). De todas formas, por su actitud, no podía evitar pensar en el Clint Eastwood de La jungla humana...
Como curiosidad, Leonard muchas veces usa nombres de gente real que puja para ello en subastas benéficas. En una de ellas, una mujer pagó 17.000 dólares para que saliera el nombre de su hijo, Anthony Antonnelli, que acababa de morir a los 18 en un accidente de coche. Como se había dejado una pasta por la tontería y el nombre le gustó, Antonnelli ha acabado siendo uno de los personajes principales del libro, el periodista que se va encontrando a los dos protagonistas.
Tras esta novela Leonard tenía que escribir un serial para una revista con el mismo protagonista diez años después, en plena segunda guerra mundial y ambientado en los campos de prisioneros alemanes. A ver si lo editan pronto por aquí que quiero ver cómo le fue la vida a Carl Webster y a los que le rodean...
5 comentarios:
Una de las mejores novelas negras de género negro del año pasado.
Pero, este año será muy importante para la ediciones de nóvelas clásicas.
Excelente, tu explicación.
Un saludo,
José Andrés
http://crucedecables.blogspot.com
(Informo de género negro,cómic, cine negro y clásico, y varias cosas mas).
He leido solo "Pronto" y no me entusiasmó. ¿Me recomendais algún libro en concreto que me haga reconciliar con Leonard?
Saludos
Benja.
Gracias por tus comentarios, José Andrés. ¡Ya me pasaré a ver ese blog!
Benja, "Pronto" es de las más flojas que he leído de Leonard. Algunas de las que más me han gustado: Joe LaBrava, Tú ganas, Jack (rodada como Out of Sight, un romance muy peligroso), Cóctel Explosivo (rodada como Jackie Brown; creo que ahora la editan con ese nombre, aunque la protagonista del libro se llamaba de otra forma)), Ciudad Salvaje y El blues del Misisipi, por decir algunos.
De Elmore Leonard he leído, de momento, "Fulgor de muerte" y "Chantaje mortal", agradándome bastante ambas. Quedan por leer, en mi casa, "Jackie Brown" y "Ciudad salvaje", que tampoco estarán mal, imagino. De las demás, me atrae especialmente la de "El blues del Missisippi", ya que la curiosa ambientación (esa era la de las competiciones de saltos de trampolín, ¿no?) promete lo suyo.
Por cierto, amigo José Andrés, ¿por qué dice usted que este año será muy importante para las ediciones de novelas clásicas? ¿Sabe usted algo que no sepamos los demás? (a juzgar por su interesante y elaborado blog, en el que ya le he dejado un par de comentarios, por cierto, tampoco me extrañaría nada, vaya)
Un saludo.
Hola!
Bueno es un poco tarde para publicar un comentario aquí pero no pasa nada... he terminado justo hoy de leer este libro y la verdad... entretenido es. Nadie me recomendó el libro, de hecho fuí a una librería me gustó la portada y lo compré, jajaja. No sé, es entretenido, aunque me ha parecido un poco lioso respecto de los personajes, y la forma de narrar el final, en la última página: no sé si interpretarla como unas ganas tremendas por terminar el libro, y por lo tanto, una forma de finalizar la historia de poca calidad, o considerarlo un acto de rebeldía del propio autor, que decide escribirlo así adrede y de forma magistral, teniendo en cuenta que todos los libros tienen su "Happy Ending" que siempre suele ser el mismo o similar. ¿Usted qué cree?
Un saludo. Lorena.
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