Estuve en la Comic Con de Gijón que tuvo lugar entre los días 2 y 5 de este mes de julio.
La verdad es que llegué cansado ya que venía de un viaje familiar y con los retrasos del Palma-Madrid tuve que correr como un loco por Barajas para no perder el Madrid-Asturias. Demasiado estrés.
Pero no me quejo, ¿eh?
Porque el Metropoli tiene personalidad muy diferenciada de otros eventos nacionales. La convención es una al estilo americano. Los autores tienen su mesa y cobran por hacer sus dibujos, venden originales, lo que quieran. Hay varios puestos de librerías, con especial atención a los saldos y al merchandising. Este año había algún puesto de editores pero para mi gusto estaban demasiado escondidos. Pero sobre todo porque forma parte de un macrofestival con conciertos, chiringuitos de comida, pases de películas, expos de Star Wars, etc. La asistencia de los diez días iba sobre los 200.000 visitantes con unos 100.000 los cuatro días de la convención. Me dio la impresión de que sí, había más gente y de que el recinto estaba con más carpas de comidas. Al menos, vi a un buen puñado de coleccionistas de dibujos que se acercaban allí por primera vez.
Si fui allí fue porque dejaba material para una expo de originales de los Vengadores con piezas de Kirby, Heck, Perez, Immonen, Finch, Byrne, etc... (no todas las piezas de la expo eran mías, aclaro, ya que Pepe Caldelas, el coordinador de la parte de cómic, prestó también varias).
Pero también participé en varias charlas junto al amigo Miguel G.Saavedra. Así, hablamos con Steve Englehart de su frustrada etapa en los 4 Fantásticos; con Kurt Busiek, Esad Ribic o Carlos Pacheco sobre sus carreras; con Pacheco, Busiek y Englehart sobre el Capitán América; con José Luis García López, Kenneth Rocafort y Pacheco sobre sus etapas en Superman; o con Busiek, Bob Layton y Yildiray Cinar sobre Iron Man. Disfruté mucho en algunas de estas charlas. Espero que los asistentes también, claro.
Aproveché también para entrevistar a García López para el Dolmen. Es un encanto de hombre. Es pura humanidad.
Me gustó mucho también conocer a Ramón Rosanas y su preciosa familia. Ramón es todo un todoterreno que empezó a publicar en El Víbora o Cimoc y que anda ahora mismo, tras unos años en publicidad e ilustración, con un pie en los EEUU con su Ant-Man y con álbumes en Francia.
Y claro, volver a ver a Miguel G.Saavedra, que fue quien me dio mis primeros trabajos regulares profesionales en el mundo del comic, siempre es un gusto.
O a los amigos asturianos como Jorge Iván, Germán, Rocío, Julián, Carlos, Abraham, Cobo...
O tomarnos una copa con Óscar Martín, Niko del Cálico Electrónico y Juan Álvarez en el bar del nombre imposible y hablar de originales.
O encontrarme de nuevo con Pedro Torromé, todo un personaje del fandom Star Wars y antiguo compañero de EGB.
Me vine con una par de dibujos en la libreta (una Wonder Woman sonriente de García López y un Hombre Hormiga de Rosanas) y estas tres piezas.
Esad Ribic hacía bustos y cuerpos enteros. Vi sólo bustos (Loki, Lady Thor, la Valkiria). Le pedí uno de cuerpo entero de Thor porque me gusta la serie de Ribic y Aaron y el tema nórdico le va de fábula. Pero le pedí que pusiese relámpagos por dos motivos. El primero es que los cómics pintados tienden muchas veces a ser algo estáticos y los relámpagos le darían algo de movimiento. El segundo es porque esperaba que quedase algo chulo a efectos de iluminación. No me quejo en absoluto del resultado. La he tenido que escanear y mandar a Ribic, porque lo quiere usar para un sketchbook o algo así.
García López trajo originales de muchos trabajos: Superman, Atari Force, la novela gráfica de Star Raiders, DC Legacies, Road to Perdition, bocetos de merchandising... Le pillé esta portada, baratísima, para un tebeo romántico de Charlton de hace unos meses.
Y a Bob Layton le había encargado esto hacía unas semanas para recogerla en Gijón. Es una versión de la portada del Iron Man #150 pero cambiando al Doctor Muerte por Magnus, Robot Fighter. Los personajes que me vienen primero a la cabeza cuando pienso en Layton y que además encajarían en una historia. Layton la colgó en Facebook mucho antes del Metropoli, así que sabía lo que me encontraría. Según él, fue un encargo muy divertido. Espero que sí.
O sea, que me lo he pasado como un enano y a esperar un añito más para la siguente edición.
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