Últimamente he comprado algunos originales bastante interesantes. Hoy podéis ver uno de los primeros que han llegado. Se trata de una portada que hizo Paul Gulacy para la colección Airboy de la fenecida editorial Eclipse.
Esta colección fue una de las que editó Planeta hace años, una colección de aventuras con tintes fantásticos francamente entretenida, con un nivel gráfico solvente y unos guiones trepidantes de Chuck Dixon con el que me pude reconciliar tras leer sus desvaríos en La espada salvaje de Conan.
Esta portada de Gulacy siempre me gustó por lo representativa del personaje y por el trabajo de Gulacy, un grandísimo dibujante. Así que en cuanto vi que la vendía un coleccionista a un precio más que razonable pues no me lo pensé mucho, la verdad. Está formada por dos partes. Por un lado, la figura de Airboy está dibujada en un papel normal, el típico de los originales. Luego se recortó y se pegó, junto a los textos, títulos y tal, en un cartón duro, de los que se usan en ilustración, que es donde están dibujados con rotulador los aviones y la bandera. El rotulador ha cogido con los años un tono rojizo bastante bonito. Espero que no empiece a borrarse o tendré que buscar un reentintador...
Como siempre, si queréis verlo más grande, pinchad aquí.
¡Comics! ¡Cine! ¡Rock! ¡Novela negra! ¡Series de televisión! ¡Lo que me salga de las narices!
miércoles, noviembre 30, 2005
lunes, noviembre 28, 2005
Un año, o cinco años, después: la historia se repite
DC ha anunciado una movida relacionada con las Infinite Crisis actualmente en curso. La tontería, por decir algo, consiste en saltarse un año de continuidad con todo lo que ello conlleva o más (héroes metidos a políticos, héroes convertidos en villanos, romances rotos, etc...). Para saber qué ha pasado en ese año, los lectores tendrán que remitirse a una colección semanal llamada 52 escrita por mi públicamente admirado Keith Giffen.
La cosa tiene guasa porque hace años... Bueno. Contémoslo un poco bien.
Hace años, en los 80, la Legión de Superhéroes era un grupo de culto que se vendía bastante bien. Paul Levitz llevaba años guionizándola pero hasta la llegada de Keith Giffen las ventas no aumentaron de verdad. Cuando Levitz decidió dejar la colección, DC relanzó la colección de Giffen de co-guionista (junto a Tom y Mary Bierbaum) y dibujante. La primera página de esa nueva etapa era el espacio con un sencillo texto: Cinco años después...
Y eso fue lo que se encontraron los lectores: cinco años de continuidad que habían desaparecido. A la mayoría de lectores les indignó. Porque las cosas eran muy diferentes, el futuro utópico había desaparecido, los héroes de siempre eran veteranos de guerra amargados o vendidos a invasores o directamente monstruos. Muchos cambios. Pero era una lectura fascinante el ir enterándote de lo que había pasado por pequeños detalles que iban cayendo aquí y allá. Para mí, esta etapa es de lo mejor que se ha hecho nunca con ese grupo, sin lugar a dudas. Pero los lectores huyeron, no entendían nada, no era lo que querían. Y las ventas de la Legión se resintieron desde entonces.
Y ahora, ver a Giffen encargándose de un proyecto parecido a uno de sus grandes fracasos comerciales me hace preguntarme si ahora podrá mantener a los lectores en una serie de fuerte desembolso económico...
La cosa tiene guasa porque hace años... Bueno. Contémoslo un poco bien.
Hace años, en los 80, la Legión de Superhéroes era un grupo de culto que se vendía bastante bien. Paul Levitz llevaba años guionizándola pero hasta la llegada de Keith Giffen las ventas no aumentaron de verdad. Cuando Levitz decidió dejar la colección, DC relanzó la colección de Giffen de co-guionista (junto a Tom y Mary Bierbaum) y dibujante. La primera página de esa nueva etapa era el espacio con un sencillo texto: Cinco años después...
Y eso fue lo que se encontraron los lectores: cinco años de continuidad que habían desaparecido. A la mayoría de lectores les indignó. Porque las cosas eran muy diferentes, el futuro utópico había desaparecido, los héroes de siempre eran veteranos de guerra amargados o vendidos a invasores o directamente monstruos. Muchos cambios. Pero era una lectura fascinante el ir enterándote de lo que había pasado por pequeños detalles que iban cayendo aquí y allá. Para mí, esta etapa es de lo mejor que se ha hecho nunca con ese grupo, sin lugar a dudas. Pero los lectores huyeron, no entendían nada, no era lo que querían. Y las ventas de la Legión se resintieron desde entonces.
Y ahora, ver a Giffen encargándose de un proyecto parecido a uno de sus grandes fracasos comerciales me hace preguntarme si ahora podrá mantener a los lectores en una serie de fuerte desembolso económico...
Fantastic Four: Foes
Robert Kirkman es un buen guionista de superhéroes. No es la panacea, ni la salvación del género ni nada por el estilo, como alguno intenta vendernos, pero se le notan ganas y tiene bastante gracia escribiendo, intentando sorprender al personal más avezado con algún que otro detalle.
Fantastic Four: Foes es uno de sus trabajos más recientes. Y no es una mala lectura, no, señor. Esta miniserie de seis números, recopilada posteriormente en un tomo, cuenta cómo Reed Richards cae en la cuenta de que por pura probabilidad en unos dos años los 4F estarán muertos ante tanto ataque de malosos. Para ello decide montar una nueva prisión para supervillanos en la Zona Negativa e ir a buscar a cada uno de sus enemigos y no esperar a que los ataquen de nuevo. Pese a que aparezcan un montón de enemigos, cada número tiene a algunos con especial relevancia. Así, el primero presenta al Amo de los Muñecos, el Pensador Loco y el Hombre Dragón; el segundo tiene a Annihilus; el tercero al Super Skrull; el cuarto, al Hombre Topo; el quinto, al Fantasma Rojo; y el sexto, no os lo digo, más que nada para no chafar posibles sorpresas...
Kirkman tiene bastante gracia relatando detalles familiares, como el que los Richards tengan que estar pidiendo a varios personajes que hagan de canguro de sus hijos mientras se dedican a sus labores heroicas y los problemas que les crea esta situación. O los tradicionales piques entre la Cosa o la Antorcha Humana. O la inmadurez de Johnny que se demuestra con una sencilla frase ante el rechazo de una chica. Además, toda la trama tiene una subtrama bastante intrigante acerca del diseñador de la nueva prisión que tiene a su mujer convertida en un monstruo insectoide ante su indiferencia.
Lástima que el dibujante, Cliff Rathburn, sea un patata de esos que se dedican a usar la misma viñeta varias veces a lo largo de la miniserie. Por poner un ejemplo, y hay demasiados, el tío tiene el morro de coger una viñeta del número anterior, quitar a la Cosa, meter un guardia de SHIELD en su lugar, ponerle barba a Reed y andando. Corta y pega con amor, qué contento está el editor. En fin. Y si aún dibujara bien pero es rígido y, sobre todo, plano ya que no sabe usar masas de negro para dar volúmenes.
Al menos desde el punto de vista gráfico podemos consolarnos con las portadas de Jim Cheung, quien cada día dibuja mejor, y que son espectaculares en su mayoría.
Fantastic Four: Foes es uno de sus trabajos más recientes. Y no es una mala lectura, no, señor. Esta miniserie de seis números, recopilada posteriormente en un tomo, cuenta cómo Reed Richards cae en la cuenta de que por pura probabilidad en unos dos años los 4F estarán muertos ante tanto ataque de malosos. Para ello decide montar una nueva prisión para supervillanos en la Zona Negativa e ir a buscar a cada uno de sus enemigos y no esperar a que los ataquen de nuevo. Pese a que aparezcan un montón de enemigos, cada número tiene a algunos con especial relevancia. Así, el primero presenta al Amo de los Muñecos, el Pensador Loco y el Hombre Dragón; el segundo tiene a Annihilus; el tercero al Super Skrull; el cuarto, al Hombre Topo; el quinto, al Fantasma Rojo; y el sexto, no os lo digo, más que nada para no chafar posibles sorpresas...
Kirkman tiene bastante gracia relatando detalles familiares, como el que los Richards tengan que estar pidiendo a varios personajes que hagan de canguro de sus hijos mientras se dedican a sus labores heroicas y los problemas que les crea esta situación. O los tradicionales piques entre la Cosa o la Antorcha Humana. O la inmadurez de Johnny que se demuestra con una sencilla frase ante el rechazo de una chica. Además, toda la trama tiene una subtrama bastante intrigante acerca del diseñador de la nueva prisión que tiene a su mujer convertida en un monstruo insectoide ante su indiferencia.
Lástima que el dibujante, Cliff Rathburn, sea un patata de esos que se dedican a usar la misma viñeta varias veces a lo largo de la miniserie. Por poner un ejemplo, y hay demasiados, el tío tiene el morro de coger una viñeta del número anterior, quitar a la Cosa, meter un guardia de SHIELD en su lugar, ponerle barba a Reed y andando. Corta y pega con amor, qué contento está el editor. En fin. Y si aún dibujara bien pero es rígido y, sobre todo, plano ya que no sabe usar masas de negro para dar volúmenes.
Al menos desde el punto de vista gráfico podemos consolarnos con las portadas de Jim Cheung, quien cada día dibuja mejor, y que son espectaculares en su mayoría.
sábado, noviembre 26, 2005
Un boceto de Adam Hughes para echar unas risas
Supongo que estaréis todos bastante de acuerdo en que Adam Hughes es un pedazo de dibujante. Los bocetos que hace en salones y convenciones son buscadísimos. El otro día un coleccionista de originales comentaba que había ido a una convención y se había plantado a hacer cola a las 6 y media de la mañana con un frío de la hostia. Abrían a las 9, creo. Había ido de los primeros para poderse apuntar rápidamente a la lista de encargos de la convención de Hughes y hasta el domingo a última hora no se lo pudo hacer porque toda la lista estaba casi llena de encargos de los que trabajaban en stands y que se lo habían pedido antes de que abriesen... También es verdad que muchos lo piden para luego revenderlo en eBay y ganar pasta, porque lo que cobra Hughes en convenciones está muy por debajo de lo que se suele pedir por su obra.
Si uno mira la página de Comicartfans, ve que lo más visto, diaria o semanalmente, son mayoritariamente dibujos de Adam Hughes. Hoy, mirando los dibujos de un amigo aficionado he encontrado este dibujo que me ha parecido tronchante y que creo que vale la pena ver.
Hala, os dejo hasta la semana que viene.
Si uno mira la página de Comicartfans, ve que lo más visto, diaria o semanalmente, son mayoritariamente dibujos de Adam Hughes. Hoy, mirando los dibujos de un amigo aficionado he encontrado este dibujo que me ha parecido tronchante y que creo que vale la pena ver.
Hala, os dejo hasta la semana que viene.
jueves, noviembre 24, 2005
Escaneando originales otra vez
Hoy me he animado a escanear algunos originales. Algunos los conocéis, de otros os he hablado y otros nada de nada.
Para empezar dos clásicos españoles que considero absolutamente magistrales: un gag de Coll para el TBO con un coche que debió calcar porque está en el mismo sitio relativo en cada viñeta; y una página de Palop para Jaimito con dos de sus personajes básicos: Bartolo, as de los vagos y El abuelito.
Luego, escaneados en condiciones y no las imágenes que puse hace unos meses que eran del vendedor (demasiado pequeñas y a muy baja resolución), originales de una serie de autores europeos: Liberatore, Andreas, Juan Giménez, Max Cabanes, Miguelanxo Prado y Crisse. Todos estos originales estuvieron en una de las expos de Avilés de este año, por cierto.
Allí, en el 2003 le compré este original a Félix Vega, original que también estuvo en la expo mencionada más arriba. Se hizo esta ilustración para la revista italiana Skorpio, pero ni idea de si era para portada o para el interior.
Y dos originales de los que pillé este año en Avilés. Son de Michael Gaydos. Uno es de Alias y el otro de mi recomendada Daredevil: Redemption.
Iba colgar otro de Alias de Gaydos pero no me ha gustado al final cómo ha quedado la imagen, así que ya la repetiremos otro día...
Hala, que lo disfrutéis.
Para empezar dos clásicos españoles que considero absolutamente magistrales: un gag de Coll para el TBO con un coche que debió calcar porque está en el mismo sitio relativo en cada viñeta; y una página de Palop para Jaimito con dos de sus personajes básicos: Bartolo, as de los vagos y El abuelito.
Luego, escaneados en condiciones y no las imágenes que puse hace unos meses que eran del vendedor (demasiado pequeñas y a muy baja resolución), originales de una serie de autores europeos: Liberatore, Andreas, Juan Giménez, Max Cabanes, Miguelanxo Prado y Crisse. Todos estos originales estuvieron en una de las expos de Avilés de este año, por cierto.
Allí, en el 2003 le compré este original a Félix Vega, original que también estuvo en la expo mencionada más arriba. Se hizo esta ilustración para la revista italiana Skorpio, pero ni idea de si era para portada o para el interior.
Y dos originales de los que pillé este año en Avilés. Son de Michael Gaydos. Uno es de Alias y el otro de mi recomendada Daredevil: Redemption.
Iba colgar otro de Alias de Gaydos pero no me ha gustado al final cómo ha quedado la imagen, así que ya la repetiremos otro día...
Hala, que lo disfrutéis.
miércoles, noviembre 23, 2005
Kiss Kiss Bang Bang: una muy agradable sorpresa
La expresión Kiss Kiss Bang Bang tiene dos orígenes. El primero sería el apodo que le dieron los japoneses a James Bond. De hecho, el tema musical que hizo Shirley Bassey para Operación Trueno tenía ese título (y tendréis que recurrir a algún CD con una antología de temas bondianos ya que al final esa película tuvo una canción de Tom Jones con el título de la película en los créditos). El otro vendría de un cartel italiano que comentó una conocida crítica de cine norteamericana. Y no nos olvidemos del cómic de Crossgen, más ligado a lo primero que a lo segundo.
Una película se acaba de estrenar con ese título casi de tapadillo. Probablemente porque no hay ninguna gran estrella. ¿Un Robert Downey Jr rehabilitado y envejecido? ¿Un Val Kilmer que no levanta cabeza? Si Harrison Ford hubiera hecho el papel de Kilmer como se le propuso, la Warner se hubiera gastando más pasta en promocionarla y veríamos anuncios por la tele y todo eso...
El responsable de este film es Shane Black, un nombre muy ligado a algunos de los mayores éxitos de las películas de acción de los 80-90 (y a otras que fueron relativos fracasos, todo hay que decirlo). Black guionizó las dos primeras partes de Arma Letal, El último boy scout y El último gran héroe. Sus películas usaban parejas con miembros muy diferentes, grandes momentos espectaculares y bastante humor. Black también era, es, muy consciente de las convenciones, de las modas. Pudimos verlo en el final de El último boy scout con ese diálogo entre los personajes de Willis y Wayans: Ya no basta con ser duro, ahora hay que hacer comentarios chistosos o algo así comentaba Bruce Willis. Esto ya era más evidente, al ser la premisa de la película, en El último gran héroe.
También lo es en Kiss Kiss Bang Bang que, tras arrancar con una llamativa escena inicial y uno de los mejores títulos de crédito iniciales que he visto en mucho tiempo, pasa a ser una reflexión irónica sobre las convenciones del género policiaco en general y del cinematográfico en particular. Para ello usa una voz en off con comentarios que rompen la cuarta pared, divide la historia en capítulos (con títulos sacados de textos de Raymond Chandler) y usa el montaje que da gusto verlo al mismo tiempo que nos cuenta una enrevesada historia de asesinatos, suicidios y mentiras planteado más como una comedia negra que como un relato policiaco al uso. Esta estructura permite ironizar sobre escenas (la inevitable escena de tortura tras la cual el héroe se carga a los malos) o estructuras(en todos los libros Johnny Gossamer llevaba dos casos: uno muy fácil y otro muy difícil pero al final estaban relacionados. ¡Eran el mismo!), con bastante ingenio. Algunos momentos que hemos visto montones de veces en películas se utilizan con giros inesperados y resultados hilarantes. Claro que para esto, mi escena favorita es la del perro... No apta para todos los paladares pero me tuvo riendo varios minutos.
En fin, una película de acción, con numerosos toques humorísticos, bastante poco políticamente correcta (por no mencionar la cantidad de personajes que fuman, follan, dicen tacos, mienten, son desagradables, roban o lo que haga falta) y mucho más ingeniosa de lo que les puede parecer a muchos.
Una película se acaba de estrenar con ese título casi de tapadillo. Probablemente porque no hay ninguna gran estrella. ¿Un Robert Downey Jr rehabilitado y envejecido? ¿Un Val Kilmer que no levanta cabeza? Si Harrison Ford hubiera hecho el papel de Kilmer como se le propuso, la Warner se hubiera gastando más pasta en promocionarla y veríamos anuncios por la tele y todo eso...
El responsable de este film es Shane Black, un nombre muy ligado a algunos de los mayores éxitos de las películas de acción de los 80-90 (y a otras que fueron relativos fracasos, todo hay que decirlo). Black guionizó las dos primeras partes de Arma Letal, El último boy scout y El último gran héroe. Sus películas usaban parejas con miembros muy diferentes, grandes momentos espectaculares y bastante humor. Black también era, es, muy consciente de las convenciones, de las modas. Pudimos verlo en el final de El último boy scout con ese diálogo entre los personajes de Willis y Wayans: Ya no basta con ser duro, ahora hay que hacer comentarios chistosos o algo así comentaba Bruce Willis. Esto ya era más evidente, al ser la premisa de la película, en El último gran héroe.
También lo es en Kiss Kiss Bang Bang que, tras arrancar con una llamativa escena inicial y uno de los mejores títulos de crédito iniciales que he visto en mucho tiempo, pasa a ser una reflexión irónica sobre las convenciones del género policiaco en general y del cinematográfico en particular. Para ello usa una voz en off con comentarios que rompen la cuarta pared, divide la historia en capítulos (con títulos sacados de textos de Raymond Chandler) y usa el montaje que da gusto verlo al mismo tiempo que nos cuenta una enrevesada historia de asesinatos, suicidios y mentiras planteado más como una comedia negra que como un relato policiaco al uso. Esta estructura permite ironizar sobre escenas (la inevitable escena de tortura tras la cual el héroe se carga a los malos) o estructuras(en todos los libros Johnny Gossamer llevaba dos casos: uno muy fácil y otro muy difícil pero al final estaban relacionados. ¡Eran el mismo!), con bastante ingenio. Algunos momentos que hemos visto montones de veces en películas se utilizan con giros inesperados y resultados hilarantes. Claro que para esto, mi escena favorita es la del perro... No apta para todos los paladares pero me tuvo riendo varios minutos.
En fin, una película de acción, con numerosos toques humorísticos, bastante poco políticamente correcta (por no mencionar la cantidad de personajes que fuman, follan, dicen tacos, mienten, son desagradables, roban o lo que haga falta) y mucho más ingeniosa de lo que les puede parecer a muchos.
martes, noviembre 22, 2005
Más originales: portada de Hulk de Deodato Jr
Volvemos a los originales. En esta ocasión me ha llegado una portada de Hulk de la etapa de Bruce Jones dibujada por Mike Deodato Jr. Lo del Jr parece una chorrada desde aquí pero es que el papi, Mike Deodato a secas, es una clásico dibujante brasileño y ha trabajado en alguna ocasión para el mercado americano, para la desaparecida Innovation, especialmente.
A lo que íbamos, el vendedor de esta portada llevaba cierto tiempo intentando moverla sin mucho éxito. Al final la sacó a subasta con una respuesta similar, lo que me ha ayudado a llevármela por un precio muy asequible. El vendedor, un encanto tratar con él, por cierto. Rápido, rápido.
Deodato entró como un elefante en una cacharrería en el mercado americano y su etapa de Wonder Woman me parece espectacular. El problema es que después daba la impresión de que trabajaba demasiado y los múltiples ayudantes del Deodato Studio estaban a un nivel muy inferior. Esta percepción provocó que se le perdiera de vista una temporada.
Ha sido recientemente que ha vuelto con un nivel mucho más digno. Uno de sus trabajos ha sido este Hulk, con guiones de Bruce Jones, una etapa que indignó a muchos porque no aparecía Hulk apenas. A mí la etapa de Jones me gustó inicialmente pero pronto me dio una sensación de Expediente-X, de alargamiento, de no saber hacia dónde ir...
Pero bueno, la portada es bonita (las tintas de Deodato Jr son muy limpias) y aparecen varios personajes clave de la colección por lo que es una adquisición digna.
Como siempre, podéis pinchar aquí si queréis verlo más grande.
A lo que íbamos, el vendedor de esta portada llevaba cierto tiempo intentando moverla sin mucho éxito. Al final la sacó a subasta con una respuesta similar, lo que me ha ayudado a llevármela por un precio muy asequible. El vendedor, un encanto tratar con él, por cierto. Rápido, rápido.
Deodato entró como un elefante en una cacharrería en el mercado americano y su etapa de Wonder Woman me parece espectacular. El problema es que después daba la impresión de que trabajaba demasiado y los múltiples ayudantes del Deodato Studio estaban a un nivel muy inferior. Esta percepción provocó que se le perdiera de vista una temporada.
Ha sido recientemente que ha vuelto con un nivel mucho más digno. Uno de sus trabajos ha sido este Hulk, con guiones de Bruce Jones, una etapa que indignó a muchos porque no aparecía Hulk apenas. A mí la etapa de Jones me gustó inicialmente pero pronto me dio una sensación de Expediente-X, de alargamiento, de no saber hacia dónde ir...
Pero bueno, la portada es bonita (las tintas de Deodato Jr son muy limpias) y aparecen varios personajes clave de la colección por lo que es una adquisición digna.
Como siempre, podéis pinchar aquí si queréis verlo más grande.
lunes, noviembre 21, 2005
El nuevo Pantera Negra
Sólo unos apuntes rápidos para recomendar la nueva colección de Pantera Negra, al menos los primeros seis números que es lo que he leído. No tenía mucho interés por un nuevo relanzamiento del personaje pero Romita Jr es un pedazo de dibujante que no es, creo, suficientemente valorado por muchos aficionados.
Así que me pedí el tomo recopilatorio.
Independientemente de cosas que me chirrían, como muchas alteraciones de continuidad, problemas con otras colecciones actuales, algunos de los nuevos diseños de villanos, como Klaw, que pueden ser más cinematográficos pero no me atraen tanto como los originales, hay algo que me parece muy interesante y poco usual: la autocrítica americana, el posicionamiento político de este cómic.
Y es que Hudlin se pone muy duro contra las políticas de colonialismo pero también contra actitudes y acciones de su propio país, guerra de Irak incluída (no se menciona pero se entiende perfectamente a qué se refiere). Creo que lo más sarcástico es el momento en que se descubre que los USA convierten a los soldados muertos en Irak ¡en zombies! Y es que son unos ecologistas que no quieren desaprovechar nada...
No sé yo cómo seguirá, ni hasta que punto se resentirá la colección de la marcha de Romita Jr pero le doy un voto de confianza...
Así que me pedí el tomo recopilatorio.
Independientemente de cosas que me chirrían, como muchas alteraciones de continuidad, problemas con otras colecciones actuales, algunos de los nuevos diseños de villanos, como Klaw, que pueden ser más cinematográficos pero no me atraen tanto como los originales, hay algo que me parece muy interesante y poco usual: la autocrítica americana, el posicionamiento político de este cómic.
Y es que Hudlin se pone muy duro contra las políticas de colonialismo pero también contra actitudes y acciones de su propio país, guerra de Irak incluída (no se menciona pero se entiende perfectamente a qué se refiere). Creo que lo más sarcástico es el momento en que se descubre que los USA convierten a los soldados muertos en Irak ¡en zombies! Y es que son unos ecologistas que no quieren desaprovechar nada...
No sé yo cómo seguirá, ni hasta que punto se resentirá la colección de la marcha de Romita Jr pero le doy un voto de confianza...
jueves, noviembre 17, 2005
Dolmen 119
Pues eso, que ando otra vez corrigiendo el siguiente Dolmen, el 119. Este número de diciembre, como casi siempre, llevará más páginas de lo normal y será algo más caro.
El sumario de este número es:
-Correo megalítico
-Noticias.
-Reseñas.
-Han Dicho.
-Artículo sobre el crossover JLA-Vengadores por David Hernando.
-Artículo sobre los 70 años de DC con repaso a la historia de esta editorial y analizando lo que está por venir con Infinite Crisis por David Hernando.
-Artículo sobre Lobo Solitario y su cachorro por Antonio Toledo.
-Entrevista a Ann Nocenti por Koldo Azpitarte y Vicente García.
-Repaso a lo más importante de la carrera de esta guionista por Koldo Azpitarte.
-Transcripción de la charla de Manel Fontdevila en Avilés.
-Artículo sobre la nueva etapa de los Teen Titans por David Hernando.
-Artículo sobre la nueva colecicón de Black Panther por David Hernando.
-Votaciones de los Premios Dolmen.
-Secciones de humor(o al menos eso intentan) de Guillem March, David Ramírez, Ricardo Peregrina y Joan Berenguer.
-Columna Las Torres de Andelkrag de Rafa Marín.
-Nueva sección de dibujos de Avilés. A los que no estaban muy interesados, tranquilos, que es corto.
-Listado de novedades.
-But I Digress, sobre los lectores de cómics y la relación cine-cómic.
-Boletín de información sobre los próximos lanzamientos de Dolmen.
La imagen de la portada que acompaña estas líneas es provisional ya que la entrevista a Pascual Ferry no aparecerá en este número.
El sumario de este número es:
-Correo megalítico
-Noticias.
-Reseñas.
-Han Dicho.
-Artículo sobre el crossover JLA-Vengadores por David Hernando.
-Artículo sobre los 70 años de DC con repaso a la historia de esta editorial y analizando lo que está por venir con Infinite Crisis por David Hernando.
-Artículo sobre Lobo Solitario y su cachorro por Antonio Toledo.
-Entrevista a Ann Nocenti por Koldo Azpitarte y Vicente García.
-Repaso a lo más importante de la carrera de esta guionista por Koldo Azpitarte.
-Transcripción de la charla de Manel Fontdevila en Avilés.
-Artículo sobre la nueva etapa de los Teen Titans por David Hernando.
-Artículo sobre la nueva colecicón de Black Panther por David Hernando.
-Votaciones de los Premios Dolmen.
-Secciones de humor(o al menos eso intentan) de Guillem March, David Ramírez, Ricardo Peregrina y Joan Berenguer.
-Columna Las Torres de Andelkrag de Rafa Marín.
-Nueva sección de dibujos de Avilés. A los que no estaban muy interesados, tranquilos, que es corto.
-Listado de novedades.
-But I Digress, sobre los lectores de cómics y la relación cine-cómic.
-Boletín de información sobre los próximos lanzamientos de Dolmen.
La imagen de la portada que acompaña estas líneas es provisional ya que la entrevista a Pascual Ferry no aparecerá en este número.
lunes, noviembre 14, 2005
Santo frente a la muerte: la muerte de los espectadores,supongo
Hace unos días descubrí que en el Digital hay un canal mexicano que los domingos hacia mediodía emite películas de Santo, el enmascarado de plata. La curiosidad me obligó a ver la que echaron ayer: Santo frente a la muerte.
No tengo palabras. Hoy me he informado sobre esta... cosa, que es considerada una de las cinco peores películas de Santo. Menos mal. Uno no espera una obra maestra, espera una películilla de serie Z pero con algo de gracia. Alguna otra que había visto, contra unas vampiras con una aspecto de lo más saludable interpretadas por unas mujeronas mexicanas de prominente busto, era simpática pero lo de ayer no tenía nombre. El guión era inexistente, no se entendía NADA. ¿Por qué los malos hacen eso y los buenos aquello? ¿Por qué el polícía sospecha de una chica que baja de un avión? ¿Por qué la chivata de la policía firma su mensaje como "Agente X-25"?
Hay muchos momentos absolutamente tremendos y que recordaré mientras viva (o no, mejor no). El más impactante es cuando Santo se pone a seguir a una chica a pie por el centro de una ciudad con una banda sonora basada en una versión para ascensor de Sunny. Pensad un momento. Estás siguiendo a alguien. Quieres no llamar la atención. Y vas con una máscara plateada. La cosa es, claramente, bastante absurda. Pero lo mejor es que los muy cutres van y ruedan en una calle céntrica con un montón de gente normal ¡que se acumula detrás de los actores masivamente y se dedica a mirar directamente a cámara! Desternillante.
Otros momentos para recordar. Los combates de lucha libre que se celebran cada cierto tiempo en la película y que tienen siempre ¡al mismo público sentado de la misma forma y vestidos igual! O cuando el gran villano cae al río desde una barca y Santo dice que no se salvará, que hay muchos cocodrilos. Y la barca ni para ni nada. Que le den dos duros al tío ése, que no se hubiera hecho malo. O las muchas veces que Santo habla sin mover los labios.
La calidad técnica, de la artística ya ni hablemos, es deplorable. Un blanco y negro oscurote que no te deja apreciar muchas cosas. Un sonido empastado que no te deja escuchar los diálogos de un castellano neutro de lo más desganado. Unas luchas torpes (recuerdo especialmente cuando Santo coge a dos de los malos, intenta que choquen sus cabezas, se ve claramente que no se tocan, ¡y los malos caen redondos al suelo!).
Pero tiene algún detalle ingenioso. Unas luchas paralelas: una entre dos mujeres en un camerino y otra de dos luchadoras en el ring(La ruda contra La enfermera, una enmascarada; recordemos que los luchadores mexicanos se dividen entre los rudos, los malos, y los técnicos, los buenos). O el que uno de los malos se disfrace de Santo para engañar a una chica y matarla. El que después descubramos que el asesino éste es un tirillas nos hace preguntar cómo era que tenía un aspecto parecido al de Santo con la máscara...
Oh, bueno. El domingo que viene echan Santo vs Doctor Muerte, que es considerada una de sus mejores películas. A ver si me animo...
Para acabar, pensando en Santo me he fijado en que hay cierto número de autores que esconden su identidad de alguna manera. Los Kiss, que cuando dejaron sus maquillajes y sus vestidos horteras perdieron toda la gracia. O los Residents. O Trevanian, pseudónimo de un autor de novelas de intriga (suya es la novela que sirvió de base para Licencia para matar, la película donde Clint Eastwood interpreta a un espía-alpinista-coleccionista de arte). O pseudónimos como Richard Bachman o Richard Stark, para ayudar a dar salida a novelistas de elevada producción. O los que son tan celosos de su identidad que desaparecen, no conceden entrevistas e incluso dejan de producir nuevas obras como J.D.Salinger, el caso más conocido, o mi querido y añorado Bill Watterson...
De Santo a Calvin y Hobbes. Lo mío es grave.
No tengo palabras. Hoy me he informado sobre esta... cosa, que es considerada una de las cinco peores películas de Santo. Menos mal. Uno no espera una obra maestra, espera una películilla de serie Z pero con algo de gracia. Alguna otra que había visto, contra unas vampiras con una aspecto de lo más saludable interpretadas por unas mujeronas mexicanas de prominente busto, era simpática pero lo de ayer no tenía nombre. El guión era inexistente, no se entendía NADA. ¿Por qué los malos hacen eso y los buenos aquello? ¿Por qué el polícía sospecha de una chica que baja de un avión? ¿Por qué la chivata de la policía firma su mensaje como "Agente X-25"?
Hay muchos momentos absolutamente tremendos y que recordaré mientras viva (o no, mejor no). El más impactante es cuando Santo se pone a seguir a una chica a pie por el centro de una ciudad con una banda sonora basada en una versión para ascensor de Sunny. Pensad un momento. Estás siguiendo a alguien. Quieres no llamar la atención. Y vas con una máscara plateada. La cosa es, claramente, bastante absurda. Pero lo mejor es que los muy cutres van y ruedan en una calle céntrica con un montón de gente normal ¡que se acumula detrás de los actores masivamente y se dedica a mirar directamente a cámara! Desternillante.
Otros momentos para recordar. Los combates de lucha libre que se celebran cada cierto tiempo en la película y que tienen siempre ¡al mismo público sentado de la misma forma y vestidos igual! O cuando el gran villano cae al río desde una barca y Santo dice que no se salvará, que hay muchos cocodrilos. Y la barca ni para ni nada. Que le den dos duros al tío ése, que no se hubiera hecho malo. O las muchas veces que Santo habla sin mover los labios.
La calidad técnica, de la artística ya ni hablemos, es deplorable. Un blanco y negro oscurote que no te deja apreciar muchas cosas. Un sonido empastado que no te deja escuchar los diálogos de un castellano neutro de lo más desganado. Unas luchas torpes (recuerdo especialmente cuando Santo coge a dos de los malos, intenta que choquen sus cabezas, se ve claramente que no se tocan, ¡y los malos caen redondos al suelo!).
Pero tiene algún detalle ingenioso. Unas luchas paralelas: una entre dos mujeres en un camerino y otra de dos luchadoras en el ring(La ruda contra La enfermera, una enmascarada; recordemos que los luchadores mexicanos se dividen entre los rudos, los malos, y los técnicos, los buenos). O el que uno de los malos se disfrace de Santo para engañar a una chica y matarla. El que después descubramos que el asesino éste es un tirillas nos hace preguntar cómo era que tenía un aspecto parecido al de Santo con la máscara...
Oh, bueno. El domingo que viene echan Santo vs Doctor Muerte, que es considerada una de sus mejores películas. A ver si me animo...
Para acabar, pensando en Santo me he fijado en que hay cierto número de autores que esconden su identidad de alguna manera. Los Kiss, que cuando dejaron sus maquillajes y sus vestidos horteras perdieron toda la gracia. O los Residents. O Trevanian, pseudónimo de un autor de novelas de intriga (suya es la novela que sirvió de base para Licencia para matar, la película donde Clint Eastwood interpreta a un espía-alpinista-coleccionista de arte). O pseudónimos como Richard Bachman o Richard Stark, para ayudar a dar salida a novelistas de elevada producción. O los que son tan celosos de su identidad que desaparecen, no conceden entrevistas e incluso dejan de producir nuevas obras como J.D.Salinger, el caso más conocido, o mi querido y añorado Bill Watterson...
De Santo a Calvin y Hobbes. Lo mío es grave.
martes, noviembre 08, 2005
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Cuando empecé con este modesto blog, me apetecía escribir sobre lo que fuera sin limitarme a temas de actualidad, o de cómic o de lo que fuera, o por motivos de espacio y tal. De momento, lo voy haciendo y me lo estoy pasando como un enano. Escribo a semanas más y a semanas menos, según trabajos, niños, y asuntos varios, pero era de esperar. La semana pasada con fiestas y un calor desproporcionado (joder, me fui a nadar en noviembre, cosa que no había hecho en la vida) cualquiera se ponía a escribir. Y total, para comentar que me había terminado de ver la primera temporada de Babylon 5 y que vaya putada de final, pues como que no me lo pedía el cuerpo...
Pero estos últimos días me miro mis escritos y me asusta un poco lo largos que son algunos. ¡Y eso que a veces corto trozos para que quede todo más claro! Algunos podrían ir de artículos, o columnas del Dolmen, por el número de caracteres que tienen. Y me los hago de una sentada, que ya es moral.
Pero cuando uno hace un blog lo hace para que la gente lo lea y, ojalá, lo disfrute, al menos las partes que tengan más que ver con sus afinidades.
Así que... ¿Os gusta la extensíón? ¿Más cortos? ¿Más largos? ¿Si fueran algo más cortos pero hubiera más actualizaciones os compensaría? ¿Os interesa mi opinión sobre algo? ¿Os interesa mi opinión a secas? (Esto es retórico, lo sé; si no os interesara no leeríais esto a menos que fuerais gilipollas o masoquistas).
Venga, hora de mojaros un poco para que este blog sea también algo vuestro.
Pero estos últimos días me miro mis escritos y me asusta un poco lo largos que son algunos. ¡Y eso que a veces corto trozos para que quede todo más claro! Algunos podrían ir de artículos, o columnas del Dolmen, por el número de caracteres que tienen. Y me los hago de una sentada, que ya es moral.
Pero cuando uno hace un blog lo hace para que la gente lo lea y, ojalá, lo disfrute, al menos las partes que tengan más que ver con sus afinidades.
Así que... ¿Os gusta la extensíón? ¿Más cortos? ¿Más largos? ¿Si fueran algo más cortos pero hubiera más actualizaciones os compensaría? ¿Os interesa mi opinión sobre algo? ¿Os interesa mi opinión a secas? (Esto es retórico, lo sé; si no os interesara no leeríais esto a menos que fuerais gilipollas o masoquistas).
Venga, hora de mojaros un poco para que este blog sea también algo vuestro.
Daredevil: Redemption: ¡olé, tus huevos!
Acabo de terminar de leer el tomo recopilatorio de la miniserie Daredevil: Redemption por David Hine y Michael Gaydos.
Aún tengo que reposar las ideas pero la impresión final es muy, muy positiva.
Para los que no sepan de qué va, la trama gira acerca de un caso que ocurrió hace siete años, que es cuando pasa la mayoría de la historia (sólo en el último episodio vemos qué ha pasado desde entonces y finaliza el relato). En el pueblo de Redemption un niño fue asesinado brutalmente. Se acusó a tres jóvenes heavys y con fama de satanistas que no encajaban en un sitio donde el fanatismo religioso campa a sus anchas, los secretos son el orden del día y el conservadurismo más feroz es la norma. Matt Murdock aceptó defender al cabecilla de estos jóvenes. Una historia de crímenes y juicios con poco protagonismo de Daredevil y sí mucho de Matt Murdock, por lo que la acción es mínima.
No es una historia alegre, ya aviso. Desde el principio queda claro que Murdock lo tiene muy complicado porque la policía e incluso el juez no le permiten ningún margen de maniobra. Y cuando recurre a ser Daredevil sólo complica más las cosas. La sensación de opresión y pesimismo es constante. Explicaciones bastante escabrosas de abusos sexuales a menores o de la carnicería que se le hizo a la víctima pues como que tampoco ayudan mucho si uno quiere leer algo ligero y tal.
Pero es una gran lectura. El caso que nos presentan está inspirado en los asesinatos de Robin Hood Hill, que he consultado en internet, que tienen película para la TV con Emmy y todo y que deben ser bastante conocidos en los USA por la polémica montada acerca de la limpieza de la investigación y el juicio que se llevó a cabo. Esta sensación de denuncia llega hasta el duro final, lógico pero incómodo (y más debe de serlo para buena parte de la población estadounidense, me imagino). No conocía nada de Hine pero a partir de ahora lo voy a tener muy en cuenta.
Michael Gaydos dibuja con su habitual estilo seco, duro, humano. Es perfecto para esta historia. Cuando estuvo en Avilés trajo un montón de originales para vender. Allí pudimos ver muchos que es un gran dibujante en blanco y negro (si hiciera Marvel un Alias Essential, lo recomendaría) al que a veces el color no le ayuda. En este caso, el color es de los mejores que ha tenido aunque lo siga prefiriendo en blanco y negro (está muy claro que piensa en términos de contrastes del dibujo que tiene delante, olvidándose de la labor del colorista que vendrá después). Es divertido ver cómo usa parecidos de actores para diversos personajes como el fiscal que tiene la pinta de James Woods.
Bill Sienkiewicz dibuja las portadas. Bastante dignas, pero lejos del mejor Sienkiewicz, la verdad.
En resumen, una buena, poderosa historia, muy entretenida, que te tiene con el corazón en vilo todo el tomo, con ganas de contar cosas, haya o no superhéroes, y un acabado gráfico más que digno.
Después de lo de Magnus, qué gusto, oigan.
Aún tengo que reposar las ideas pero la impresión final es muy, muy positiva.
Para los que no sepan de qué va, la trama gira acerca de un caso que ocurrió hace siete años, que es cuando pasa la mayoría de la historia (sólo en el último episodio vemos qué ha pasado desde entonces y finaliza el relato). En el pueblo de Redemption un niño fue asesinado brutalmente. Se acusó a tres jóvenes heavys y con fama de satanistas que no encajaban en un sitio donde el fanatismo religioso campa a sus anchas, los secretos son el orden del día y el conservadurismo más feroz es la norma. Matt Murdock aceptó defender al cabecilla de estos jóvenes. Una historia de crímenes y juicios con poco protagonismo de Daredevil y sí mucho de Matt Murdock, por lo que la acción es mínima.
No es una historia alegre, ya aviso. Desde el principio queda claro que Murdock lo tiene muy complicado porque la policía e incluso el juez no le permiten ningún margen de maniobra. Y cuando recurre a ser Daredevil sólo complica más las cosas. La sensación de opresión y pesimismo es constante. Explicaciones bastante escabrosas de abusos sexuales a menores o de la carnicería que se le hizo a la víctima pues como que tampoco ayudan mucho si uno quiere leer algo ligero y tal.
Pero es una gran lectura. El caso que nos presentan está inspirado en los asesinatos de Robin Hood Hill, que he consultado en internet, que tienen película para la TV con Emmy y todo y que deben ser bastante conocidos en los USA por la polémica montada acerca de la limpieza de la investigación y el juicio que se llevó a cabo. Esta sensación de denuncia llega hasta el duro final, lógico pero incómodo (y más debe de serlo para buena parte de la población estadounidense, me imagino). No conocía nada de Hine pero a partir de ahora lo voy a tener muy en cuenta.
Michael Gaydos dibuja con su habitual estilo seco, duro, humano. Es perfecto para esta historia. Cuando estuvo en Avilés trajo un montón de originales para vender. Allí pudimos ver muchos que es un gran dibujante en blanco y negro (si hiciera Marvel un Alias Essential, lo recomendaría) al que a veces el color no le ayuda. En este caso, el color es de los mejores que ha tenido aunque lo siga prefiriendo en blanco y negro (está muy claro que piensa en términos de contrastes del dibujo que tiene delante, olvidándose de la labor del colorista que vendrá después). Es divertido ver cómo usa parecidos de actores para diversos personajes como el fiscal que tiene la pinta de James Woods.
Bill Sienkiewicz dibuja las portadas. Bastante dignas, pero lejos del mejor Sienkiewicz, la verdad.
En resumen, una buena, poderosa historia, muy entretenida, que te tiene con el corazón en vilo todo el tomo, con ganas de contar cosas, haya o no superhéroes, y un acabado gráfico más que digno.
Después de lo de Magnus, qué gusto, oigan.
domingo, noviembre 06, 2005
Magnus, Robot Fighter: ¿Qué te han hecho, por el amor de Dios?
Si el gran dibujante Russ Manning, en lugar de trabajar para la editorial Western o en tiras de prensa, hubiera sido uno de los autores de Marvel y DC sería mucho más recordado y mucho más venerado por los lectores de hoy.
Pero aparte de ser el primer dibujante de prensa de Star Wars o de responsabilizarse de una gran etapa de las tiras y páginas dominicales de Tarzan, Manning será recordado por sus trabajos en comic-books como Magnus, una serie de la Western sobre un superhombre que se enfrenta en un futuro ideal a robots malvados. La premisa era sencilla y dio pie a algunos cómics la mar de simpáticos dibujados con eficacia por Manning.
En los noventa, Jim Shooter usó a Magnus como lanzamiento serio de Valiant, tras unos pocos cómics de los Mario Bros. Shooter escribió un puñado de muy buenos cómics, de lo mejor de su obra, ayudado por el dibujo de Art Nichols (quien, por cierto, anda buscado por numerosos aficionados que le pagaron hace tiempo comissions que nunca entregó; algunos ya amenazan con partirle la cara en cuanto lo vean en alguna convención) y las tintas de Bob Layton, quien con tanto robot y trasto mecánico podía lucirse.
Shooter empezó entonces la moda de ediciones especiales ya que los ocho primeros números de Magnus llevaban cromos de personajes de la serie a cargo de gente como Moebius, Gulacy, Kubert, etc... y un vale de compra. Los ocho vales de compra eran diferentes y contaban un combate de Magnus con un robot. Si mandabas los ocho vales, te regalaban el Magnus#0, un tebeo que no se iba a poner a la venta, que llevaba una historia inédita y una portada, preciosa, de Barry Windsor-Smith. Claro, si querías el cómic y quedarte con los vales, te tenías que comprar dos cómics. Un negocio para la editorial pero también una forma de forzar el coleccionismo de los aficionados que se acabaron cansando de maniobras así. Valiant se convirtió en una estrella fugaz que interesó a muchos lectores por un tiempo muy breve. En muy poco tiempo, los mejores autores empezaron a irse, Shooter fue despedido, los fans empezaron a dejar las colecciones. Entonces Valiant hizo un movimiento absolutamente ridículo: cortar la mitad de colecciones pero que las que quedaban tuvieran dos números al mes (y poner a autores de mayor calidad, eso sí). No funcionó. Giffen satirizó en Punx un anuncio que se había hecho con viñetas de los personajes de Valiant pero como si los dibujaran grandes de la pintura (Van Gogh y tal) añadiendo al final ¿Nos vais a hacer caso ahora?
Que va. Para nada.
Valiant/Acclaim relanzó poco después las colecciones obviando lo que se había hecho hasta entonces. Magnus volvió pero se había perdido mucho y poco quedaba del personaje de Manning. Por cierto, uno de los números de esta etapa fue dibujado por el amigo Paco Díaz (junto a un especial de Harbinger).
Ahora tenemos a Magnus por partida doble. Por una parte, Dark Horse anda reeditando en formato de lujo (tipo DC Archives, para entendernos: 200 páginas o más, tapa dura, sobrecubierta, buen papel, buena impresión) los cómics de Manning a base de escanear los tebeos originales de mala manera. Chapucero a más no poder, especialmente viendo que no son tomos baratos. Si los materiales no se cuidan más, es ridículo que lo editan de esta manera. No va en proporción.
La gente de iBooks, aparte de rumores sobre reediciones de la etapa Valiant, edita mientras una novela gráfica de un paquete de tres a cargo de Louise Simonson y Damion Hendricks, con diseños de Jim Steranko(quien tenía que hacer la portada pero ésta al final es de un John Watson bastante desganado).
Lo he leído hace un par de días y no tengo palabras.
Vaya un horror.
Que veo que lo va a editar Norma, por cierto. Lo siento por ellos pero creo que les han metido un gol.
Louise Simonson nunca me ha interesado especialmente. Siempre he detestado su pasión por los signos de exclamación constantes (que agradezco que haya ido perdiendo con los años). Su Magnus tiene elementos interesantes, se lo admito, pero está terriblemente mal contado. Sabes perfectamente desde su aparición quién va a ser el traidor, que el que parece que ha muerto no lo ha hecho y blablablá, resultando en una lectura terriblemente aburrida. Las motivaciones de los personajes no enganchan, los personajes son planos. Planos eran con Manning pero al menos allí había alegría y diversión, aquí nos encontramos con seres torturados que nos nos interesan lo más mínimo.
El diseño de Steranko no mata. Prefiero la clásica cota de malla roja con faldita. Puede ser más ridículo, pero tiene mucha más personalidad y es mil veces más llamativo. La contraportada (un dibujo extraño que se usa también en los créditos) parece de Steranko pero no va firmada. Si eso iba a ser la portada entiendo que lo cambiasen por algo más normal.
Pero lo peor de todo es el dibujo de Hendricks. He visto participantes en concursos de cómic de instituto con más talento. Es un dibujante torpe, que narra mal, que falla en las expresiones, que hace rígidos a todos los personajes, robots o no. Puede que buena parte de la culpa sea del entintado que da una sensación de torpeza bastante considerable.
En fin, que creo que me voy a releer mis comic-books de Manning, Shooter o Giffen porque voy a mantenerme bastante alejado de las próximas novelas gráficas de este equipo creativo y me he quedado con ganas de leer algo mínimamente digno de este personaje.
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