En el salón de Barcelona de 1991 tuve el placer de poder conseguir este dibujo de Zipi y Zape de Escobar. Fue la única vez que coincidí con este gran dibujante de la escuela Bruguera. Tardó un montón en hacerlo, se le veía ya muy mayor y le costaba. Por ese evidente esfuerzo lo valoro especialmente.