Ando bastante de cráneo desde hace unos días y no tengo mucho tiempo para escribir pero me apetece explicar por qué. Y es que el viernes fui padre por tercera vez ya que nació mi hija Maria. Entre clínicas, papeleos, y dos niños tremendos pequeños pues ya podéis imaginaros cómo vamos por casa.
Así que brindad por ella, por su madre y por mí.
Cualquier excusa es buena para brindar.