¡Comics! ¡Cine! ¡Rock! ¡Novela negra! ¡Series de televisión! ¡Lo que me salga de las narices!

viernes, julio 22, 2005

Los imprescindibles-2: Comanche


Comanche es mi western favorito. Con mucha diferencia. Creo que junto a Ken Parker son los dos mejores western europeos, a mucha distancia del mucho más popular Blueberry.
El primer álbum empieza con un extraño forastero, Red Dust, que pide a una diligencia que se detenga ya que su caballo ha muerto. La portada de este primer álbum es en realidad la primera viñeta del cómic, algo que se ha visto después en otros cómics como Watchmen, algún número de New Teen Titans o Bouncer (otro buen western, por cierto). Pronto se ve envuelto en un duelo con un pistolero que va en la diligencia. Y lo mata. Poco después está trabajando en el rancho de Comanche, la chica que da título a la colección aunque no sea la protagonista, donde sus compañeros son los que no quiere ningún otro rancho: un vejete, un joven bisoño y un negro (afroamericano, si queréis ser políticamente correctos). Pistoleros, alguno de ellos ex-compañeros de Dust, intereses ocultos, sheriffs corruptos... Todo muy clásico pero sin que caiga en la sensación de tópico. Un álbum delicioso que he leído montones de veces.
El mérito es de Greg, un guionista de aventuras absolutamente genial y creador absoluto de la brillante Aquiles Talón (Et hop!), que llenó de espiritu épico cada uno de los diez primeros álbumes. Greg además mostraba una evolución de los personajes verosímil con lo que la credibilidad de los personajes y la cercanía de los lectores respecto a ellos aumentó con el tiempo.
Greg tuvo suerte teniendo a Hermann como dibujante de los diez primeros álbumes. De un dibujante correcto, con destellos altos de calidad, buen narrador y con amor al detalle se acabó convirtiendo en uno de los mejores dibujantes de su generación.
Después de un impasse, Rouge sustituyó a Hermann en Comanche como Dany y otros lo sustituyeron en Bernard Prince, la otra gran serie del duo Greg-Hermann. Los cuatro álbumes siguientes no estuvieron mal pero ya no era lo mismo, aunque nos enteráramos del verdadero nombre de Comanche.
En España Comanche se publicó por capítulos en diferentes revistas de Bruguera. En la colección Jet de esta editorial aparecieron los tres primeros álbumes en dos ediciones (rústica y cartoné). Grijalbo editó varios álbumes de forma caótica.
Recientemente en Francia se han editado dos tomos integrales con todo el material de Greg y Hermann en la colección, incluyendo algunos relatos cortos vistos muy raramente. Si sabéis francés y visto que es difícil que se edité por aquí de momento, intentad pillarlo porque vale muy mucho la pena.
Y si queréis ver un original de Rouge, pinchad aquí. La verdad, esto de tener la portada de una de mis series favoritas, me encanta.

La última historia de Sin City


Para ir abriendo boca ante el estreno de la película de Sin City, me he leído de un tirón Sin City: Ida y vuelta al infierno. La había leído por partes pero nunca seguida y leer a Frank Miller nunca suele estar de más.
Hell and Back es especial por varios motivos: es la historia de la que menos se ha escrito, es la última aparecida, es la más larga y es la que juega más con el color. Además, junto a Marv, Wallace, el protagonista de este relato, es el más superheroico. Si Miller define a Marv como una especie de Conan moderno, Wallace no le va muy a la zaga...
Cuando Miller realizó esta obra, las críticas empezaban a acecharlo. Se le acusaba de caer en demasiados tópicos, en haber leído demasiadas veces a Mickey Spillane, en haberse convertido en una parodia de lo que era inicialmente Sin City. Supongo que por eso decidió tomarse un descanso.
Su despedida es una historia de amor al estilo Sin City. A la chica la secuestran unos malos muy malos que están en todas partes y que tocan todos los crímenes posibles. Pero la chica tiene un amigo-posible interés romántico-que es un supersoldado y que no parará hasta encontrarla.
Hay capítulos en los que, la verdad, pasa bien poca cosa. Miller podrá ser un maestro en la narrativa y decir que los japoneses tienen un ritmo demasiado rápido y que el cómic-book lo tiene demasiado lento pero cuando te puedes saltar números casi directamente pues algo falla. Por eso la obra gana leída como un todo. Bastante.
Emplear el color de forma puntual ya lo había hecho antes. Me divirtió ver el número en que Wallace está totalmente drogado y para realzar esto está completamente coloreado. Además, el uso de personajes, mayoritariamente relacionados con Miller como Elektra, el Capitán América o Martha Washington, como símbolos ayuda a esta exageración de la realidad.
Posiblemente, lo que más me molestó fue la manía de dibujar a prácticamente todos los coches saltando, por no decir volando...
Muchas veces siento que estoy en un rincón aparte acerca de las excelencias de Miller. Me quedo con su primera etapa en Daredevil, el Año Uno y el primer Sin City, antes que con Born Again, Dark Knight o Ese Cobarde Bastardo (o Ese Bastardo Amarillo, no recuerdo cómo lo tradujeron aquí), como muchos otros críticos. Así que entiendo que muchos ignoraran esta obra porque a mí me hizo bastante gracia al ser un buen compendio de muchos de los elementos más ligados al autor (de narrativa, moralidad de personajes y situaciones...).
A ver ese film, que me interesa, y ese All-Star Batman, que me la trae al pairo.