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viernes, diciembre 16, 2005
Angel de la Calle, tercera página, toma 2
Parece que hoy sí se dejan ampliar las imágenes. Probemos con la una página suelta que es un buen ejemplo de lo que será esta obra...
Juego de conocimientos marvelianos.
Una curiosidad: una página que es un concurso para probar tus conocimientos de Marvel. Hay de todo: preguntas fáciles, extrañísimas y directamente pensadas por un hijo de la gran puta (¿En qué temporada de El increíble Hulk se emitió el episodio titulado...?).
Un poco cutre pero tiene su gracia pasar un rato jugando a esto...
Ah, sí. El sitio. Aquí mismo.
Un poco cutre pero tiene su gracia pasar un rato jugando a esto...
Ah, sí. El sitio. Aquí mismo.
Autoediciones limitadas: la nueva moda
Desde hace algún tiempo cada vez se estila más el que los autores se autoediten pequeñas revistas, con papel y portadas dignas, tamaños y número de paginas variables, dedicados a recoger bocetos, comissions y dibujos raros en general.
Los suelen vender por internet o cuando van a una convención o aparición pública similar. Los precios rondan los 10-20 $, dependiendo de las características técnicas.
Algunos lo emplean como arma promocional ya que les sirve para enseñar algunos de sus mejores trabajos por encargo, lo que eso siempre suele ayudar a conseguir más.
A veces son ediciones limitadas. Michael Lark trajo el suyo en Avilés y era una edición firmada y numerada de 300 ejemplares. Otros como Michael Zeck tienen ediciones sin numerar, numeradas y, ya en el extremo, de coleccionista(numeradas y con un dibujo original exclusivo y, claro, diferente en cada ejemplar).
Fue hace algún tiempo que autores como Adam Hughes, Dave Stevens o Frank Cho empezaron esta moda. Rápidamente, en cuanto los limitados ejemplares empezaron a subastarse por eBay alcanzando precios más que interesantes, fue cuando las tiradas aumentaron y muchos otros dibujantes se sumaron al carro. También es cierto que en eBay se veían subastas de los sketchbooks de Kaleidoscope y que les tocaban las narices a más de un autor que veía cómo se beneficiban algunos de su trabajo sin que él viera un duro.
Ahora mismo me vienen a la cabeza, además de los mencionados (algunos de ellos con varios, por cierto), Mike Grell, Joe Sinnott, Ron Frenz...
Tanto Rude como Lark trajeron sus sketchbooks en sus últimos viajes a España. Seguramente otros autores habrán hecho lo mismo aunque no me haya enterado. Tendremos que irnos acostumbrando a ver a muchos autores americanos con sus autoediciones a cuestas.
El de Lark es bonito aunque algo soso porque es sólo ilustración.
El de Rude es más interesante, más páginas, mayor tamaño y la gracia es que hace pequeños comentarios sobre algunas comissions que ha ido haciendo en los últimos años. Los más divertidos son los referentes a versiones de portadas o escenas de cómics clásicos y donde muestra su lado más freaky.
Si a finales de los 80 y principios de los 90 la editorial Fantagraphics editó algunos tomos que llamó sketchbooks a autores como el mencionado Steve Rude o Bill Sienkiewicz sin continuación, se ve que el formato popular tiene más tirada...
Los suelen vender por internet o cuando van a una convención o aparición pública similar. Los precios rondan los 10-20 $, dependiendo de las características técnicas.
Algunos lo emplean como arma promocional ya que les sirve para enseñar algunos de sus mejores trabajos por encargo, lo que eso siempre suele ayudar a conseguir más.
A veces son ediciones limitadas. Michael Lark trajo el suyo en Avilés y era una edición firmada y numerada de 300 ejemplares. Otros como Michael Zeck tienen ediciones sin numerar, numeradas y, ya en el extremo, de coleccionista(numeradas y con un dibujo original exclusivo y, claro, diferente en cada ejemplar).
Fue hace algún tiempo que autores como Adam Hughes, Dave Stevens o Frank Cho empezaron esta moda. Rápidamente, en cuanto los limitados ejemplares empezaron a subastarse por eBay alcanzando precios más que interesantes, fue cuando las tiradas aumentaron y muchos otros dibujantes se sumaron al carro. También es cierto que en eBay se veían subastas de los sketchbooks de Kaleidoscope y que les tocaban las narices a más de un autor que veía cómo se beneficiban algunos de su trabajo sin que él viera un duro.
Ahora mismo me vienen a la cabeza, además de los mencionados (algunos de ellos con varios, por cierto), Mike Grell, Joe Sinnott, Ron Frenz...
Tanto Rude como Lark trajeron sus sketchbooks en sus últimos viajes a España. Seguramente otros autores habrán hecho lo mismo aunque no me haya enterado. Tendremos que irnos acostumbrando a ver a muchos autores americanos con sus autoediciones a cuestas.
El de Lark es bonito aunque algo soso porque es sólo ilustración.
El de Rude es más interesante, más páginas, mayor tamaño y la gracia es que hace pequeños comentarios sobre algunas comissions que ha ido haciendo en los últimos años. Los más divertidos son los referentes a versiones de portadas o escenas de cómics clásicos y donde muestra su lado más freaky.
Si a finales de los 80 y principios de los 90 la editorial Fantagraphics editó algunos tomos que llamó sketchbooks a autores como el mencionado Steve Rude o Bill Sienkiewicz sin continuación, se ve que el formato popular tiene más tirada...
Angel de la Calle, segunda página, toma 2
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