Y es que la serie original The Waxer, dibujada por Reg Bunn, era francamente estrambótica por su premisa: un policía que intentaba detener a un fabricante de estatuas de cera que cometían crímenes en un neblinoso Londres pero se fundían al salir el sol dejándole siempre sin pruebas de lo que decía, lo que le había costado su trabajo y la etiqueta de chalado. Realmente británica.
Y mañana una nueva serie...