Y otra dominical para acabar el año: una de Steve Canyon de Milton Caniff de 1961 con Steve, aviones, bases militares, mujeres guapas...
Caniff era la bomba. En Terry hacía unos originales limpísimos. En Canyon, con los años y los ayudantes que le hacían fondos, lápices y tal, dejando las tintas y el acabado final para Caniff, la cosa se hizo bastante guarra. Hay manchurrones y correcciones con témpera blanca a cascorporro. Esto es evidente en las tiras diarias pero en las dominicales se suma además que las viñetas se dibujaban aparte y luego se pegaban. Caniff ajustaba así el enfoque de cada viñeta ya que luego dibujaba en el contorno de la viñeta original para que quedase como él quería.
Y puede ser especialmente guarro, sí, pero es una maravilla.
Qué grande.
¡Comics! ¡Cine! ¡Rock! ¡Novela negra! ¡Series de televisión! ¡Lo que me salga de las narices!
jueves, diciembre 31, 2009
Originales: Polly and her Pals de Cliff Sterrett
Ayer tuve compromisos familiares, así que hoy subiré dos originales bien majos para compensar y para acabar bien el año.
El primero es esta dominical de Cliff Sterrett de Polly and her Pals. Es de 1950. Puro Sterrett, las tiras diarias dejaron de ser suyas a principios de los 30 pero las dominicales siempre fueron totalmente de su autoría. Aunque me gustan más las de años anteriores, con unos montajes de páginas espectaculares y expresionistas a muerte, nunca dejó de hacer un buen trabajo.
Esta página me ha dado dos alegrías: una, importante, que me costó baratísima; y, dos, que es grande. No sé por qué siempre me había imaginado unos originales más pequeños, y de eso nada.
El primero es esta dominical de Cliff Sterrett de Polly and her Pals. Es de 1950. Puro Sterrett, las tiras diarias dejaron de ser suyas a principios de los 30 pero las dominicales siempre fueron totalmente de su autoría. Aunque me gustan más las de años anteriores, con unos montajes de páginas espectaculares y expresionistas a muerte, nunca dejó de hacer un buen trabajo.
Esta página me ha dado dos alegrías: una, importante, que me costó baratísima; y, dos, que es grande. No sé por qué siempre me había imaginado unos originales más pequeños, y de eso nada.
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