Desde hace algún tiempo cada vez se estila más el que los autores se autoediten pequeñas revistas, con papel y portadas dignas, tamaños y número de paginas variables, dedicados a recoger bocetos, comissions y dibujos raros en general.
Los suelen vender por internet o cuando van a una convención o aparición pública similar. Los precios rondan los 10-20 $, dependiendo de las características técnicas.
Algunos lo emplean como arma promocional ya que les sirve para enseñar algunos de sus mejores trabajos por encargo, lo que eso siempre suele ayudar a conseguir más.
A veces son ediciones limitadas. Michael Lark trajo el suyo en Avilés y era una edición firmada y numerada de 300 ejemplares. Otros como Michael Zeck tienen ediciones sin numerar, numeradas y, ya en el extremo, de coleccionista(numeradas y con un dibujo original exclusivo y, claro, diferente en cada ejemplar).
Fue hace algún tiempo que autores como Adam Hughes, Dave Stevens o Frank Cho empezaron esta moda. Rápidamente, en cuanto los limitados ejemplares empezaron a subastarse por eBay alcanzando precios más que interesantes, fue cuando las tiradas aumentaron y muchos otros dibujantes se sumaron al carro. También es cierto que en eBay se veían subastas de los sketchbooks de Kaleidoscope y que les tocaban las narices a más de un autor que veía cómo se beneficiban algunos de su trabajo sin que él viera un duro.
Ahora mismo me vienen a la cabeza, además de los mencionados (algunos de ellos con varios, por cierto), Mike Grell, Joe Sinnott, Ron Frenz...
Tanto Rude como Lark trajeron sus sketchbooks en sus últimos viajes a España. Seguramente otros autores habrán hecho lo mismo aunque no me haya enterado. Tendremos que irnos acostumbrando a ver a muchos autores americanos con sus autoediciones a cuestas.
El de Lark es bonito aunque algo soso porque es sólo ilustración.
El de Rude es más interesante, más páginas, mayor tamaño y la gracia es que hace pequeños comentarios sobre algunas comissions que ha ido haciendo en los últimos años. Los más divertidos son los referentes a versiones de portadas o escenas de cómics clásicos y donde muestra su lado más freaky.
Si a finales de los 80 y principios de los 90 la editorial Fantagraphics editó algunos tomos que llamó sketchbooks a autores como el mencionado Steve Rude o Bill Sienkiewicz sin continuación, se ve que el formato popular tiene más tirada...
2 comentarios:
HOla, y sin animo de ofender ni de liar la cosa, hablas de los sketchbook de Kaleidoscope pero Dolmen tambien publica de forma parecida sus "monograficos" de otros autores, no?
Los monográficos tienen caracter más informativo que sólo visual, pese a que estén muy ilustrados.
El problema es la mala fama que se ha creado con el de Adam Hughes. Con él Vicente habló del tema cuando fue a Coruña hace años y dio su aprobación. Después Vicente, harto de ver que no contestaba ningún mail al respecto, tiró adelante y finalmente su mujer/representante no quiere hablar del tema para resolverlo satisfactoriamente.
Alex Ross y Alan Davis, por ejemplo, saben del mongráfico y no tienen ningún problema con él. De Byrne ya ni hablemos.
De Art Adams, Timm y los Romita no lo sé porque no lo llevo yo, pero sé que se estuvo en contacto con al menos la gente de TwoMorrows por tema de las entrevistas.
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