Desde un punto de vista gráfico, Ángel demuestra en esta página su economía de trazo porque de seis viñetas, sólo dibuja en cuatro. Además, a la hora de hacer retratos decide imitar, qué demonios, a los grandes como Picasso (ya sabéis, el retrato que hizo a Gertrude Stein y cuando ésta se le quejó de la falta de parecido, el malagueño contestó Ya se le parecerá).
Narrativamente, Ángel opta por seguir la línea del anterior volumen y hacer una ligera exageración de los hechos o fundirlos en uno si así conviene a lo que le apetece contar. No llevé doce originales a Ploog para que me los firmara porque entre otras cosas no tengo tantos. No le pillé nada a Luís García en Avilés (aunque lo hablamos y acabamos el negocio en Barcelona). Y mi defensa de la Esther de Purita Campos y Carlos Portela la hice bastante posteriormente a Avilés, entre otras cosas porque aún no había salido publicada. Y sobre todo, no soy un friki al que le gusta bastante basurilla. Bueno, sí, un poco sí, qué le vamos a hacer. Como el fan ése de 5 por infinito que acabó una charla con Esteban Maroto besándole la calva, por ejemplo.
No sé si a los demás os hará gracia pero cuando Ángel me mandó ayer la página me partí de risa. Espero que a los demás os haya divertido casi tanto como a mí.
¡Y echadle un vistazo al libro! ¡Que como no salgo es aún mucho mejor, amigos!
