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martes, junio 14, 2005

Coleccionando originales

Una de mis principales aficiones es el coleccionismo de originales de cómic, es decir, los dibujos originales a lápiz y tinta, normalmente, que después aparecerán publicados en los cómics. Creo que tengo una buena colección, siempre mejorable, pero que no está mal. Si queréis podéis echarle un vistazo a parte de ella aquí.
Empecé con un pin-up a color de Nick Furia dibujado por Ken Stacy que tengo colgado en mi estudio. 30.000 pesetas me costó entonces y que pagué religiosamente con uno de mis primeros sueldos. Después la cosa fue creciendo poco a poco aunque desde el 1999 la cosa ha ido a mayores. En la actualidad tengo cerca de 500 originales que van desde clásicos de la tira de prensa hasta autores hot. Cuando empecé en serio a coleccionar hice una lista de los autores que quería en mi colección y me alegra decir que ya sólo me falta uno, el siempre esquivo Steranko. este verano se subastan varias piezas interesantes suyas. A ver si hay suerte...
Es una afición algo, digamos, absorbente. A veces estás leyendo un cómic y se convierte más en un catálogo de originales que en una lectura. Hay quien paga o pide barbaridades por algún original pero con algo de experiencia puedes ir pillando cosas a buen precio, relativo a veces, eso sí. Y a veces hay suerte loca. Un músico me vendió parte de la colección del padre de un amigo suyo, un lote con un Tarzan de Hogarth, dos tiras de Peanuts de los 50, una tira de Krazy Kat y un par de cosas más. La cosa no fue barata pero a precio de mercado me salió por una ganga. Más tarde vendí la peor de las tiras de Peanuts y amorticé aún más la inversión. No es algo que pase cada día pero a veces hay suerte.
Esta afición me ha permitido ser invitado a salones o jornadas tan agradables como las Jornadas de Avilés o las de Unicomic, montar una gloriosa exposición en Palma sobre la Marvel de los años setenta con un catálogo precioso en el que Roy Thomas escribió un interesante texto (texto que le pagué yo de mi bolsillo ante el vergonzoso retraso del Ayuntamiento de Palma, dinero que recuperé más tarde aunque ésa es otra historia) o dejar por primera y última vez originales al Saló del Cómic de Barcelona.
Como en todas las aficiones, cuando estás metido en algo un tiempo vas conociendo mucha gente. Esta pertenencia a un círculo interior te permite a veces obtener piezas antes de que salgan al mercado. Este conocimiento ayuda mucho porque algunos coleccionistas son auténticos PIRATAS que sólo quieren especular con algunos originales para poder adquirir material que les interesa mucho más o para ganar pasta directamente.
Otra raza son los coleccionistas secretos, los que no quieren que se sepa lo que tienen. Uno de los mejores coleccionistas de originales de tiras de prensa clásicas vive en España pero no lo conoce casi nadie. Tiene varios Flash Gordon de Raymond, Príncipes Valientes de Foster, Krazy Kats, Little Nemo, Phantom de Ray Moore (¡la tira más antigua de la que se tiene conocimiento!)... Espero que su familia sepa lo que tiene y no lo acabe vendiendo a un trapero...
Oh, bueno, ya vale por hoy...

¡Oh, no! ¡Otro blog!

¿Por qué un blog? ¿Demasiado tiempo libre? ¿Ganas de hacerme el interesante? ¿Creo acaso que mis comentarios me abrirán las puertas de la fama? Pues más bien no.
Llevo escribiendo sobre cómics desde finales de los ochenta. He escrito docenas de artículos y reseñas en la revista especializada Dolmen desde principios de los noventa. Pero mis intereses son más diversos que sólo el cómic. Un blog es una forma de poder dar salida a inquietudes que van más allá de las viñetas.
El interés que han despertado en mí algunos blogs, estos diarios públicos que Internet ha permitido nacer, es el principal motivo de intentar algo así. Dado que soy muy dado a empezar cosas que no llego a acabar, vamos a empezar con tranquilidad antes de hacerlo público, ¿vale? Sólo por ver si me dura la neura o qué...