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lunes, julio 10, 2006

Recuperando textos: Joyas Literarias Juveniles

Habréis notado que ando un poco callado. Son varios los motivos: la declatación de Hacienda, un problemilla en el trabajo, que los niños están de vacaciones y eso supone mucho más trabajo en casa... Pero también que ando preparando un libro para una nueva colección de etxtos de Dolmen y que leo tebeos de Bruguera a punta pala. De hecho, en este apartado, vasto, extenso y caótico, me estoy planteando hacer algo en este campo. Un poco por todo esto es por lo que recupero este texto, del que me siento especialmente orgulloso, y que se publicó en el Dolmen 100 junto a un listado de títulos y autores. Aprovecho aquí para dar las gracias a Jesús Cuadrado que mne ayudó a cubrir los huecos que me faltaban y que por motivos diversos no pudieron darse en el Dolmen. Disfrutadlo.

Este artículo pretende ser un acercamiento a Joyas Literarias Juveniles, una de las colecciones más populares de los años setenta del mercado español, un título dedicado a adaptar al cómic libros de aventuras mayoritariamente y por los que pasaron algunos autores de lo más interesante. Las adaptaciones literarias no son algo nuevo en el mundo del cómic. Tardi ha adaptado a Leo Malet, Carlos Giménez a Becquer, Berni Wrightson a Poe y Lovecraft, Pratt La isla del tesoro y Leopoldo Sánchez Don Quijote de la Mancha por no mencionar las numerosas adaptaciones que realizó Chiqui de la Fuente o la colección del mercado americano Classics Illustrated, con la que el título del que vamos a hablar tiene más de un punto en común. Lo que distinguió JLJ de otras obras fue la absoluta preponderancia de la producción industrial sobre otros aspectos, aunque hubiese en ocasiones elementos, digamos artísticos, interesantes.

LOS INICIOS
En los años cincuenta la editorial Bruguera, la más importante posiblemente del momento en España, empezó a publicar unos libros de formato pequeño en tapa dura englobados bajo el título de Historias Selección. La verdad es que eran un engendro ya que los textos literarios eran normalmente pobres adaptaciones de los libros originales pero se hicieron extraordinariamente populares por su combinación del texto con una versión de éste en historieta a razón de páginas con una o dos viñetas en blanco y negro. Estos libros se dividían en varias series y por allí pasaron personajes de la literatura, el cómic y la televisión como el Príncipe Valiente, Tarzan, Viaje al fondo del mar, Bonanza o el Capitán Trueno. Pero sin duda los más habituales fueron las adaptaciones de novelas clásicas de aventuras de autores como Julio Verne, Emilio Salgari o Walter Scott. Si se hicieron populares fue sin duda por la parte de historieta que era lo único que leían los chavales, la gran mayoría al menos, y porque los adultos que los regalaban pensaban que regalaban a la vez un libro.
En esos años Bruguera editaba un montón de títulos semanales destinados al público infantil y juvenil. En ellos era habitual que se combinaran historietas de humor con algún cómic, normalmente más realista y de aventuras, publicado de forma seriada. Eran cabeceras como Tío Vivo, DDT, Din Dan o Sissy. De todos ellos el más popular era Pulgarcito (años más tarde el semanario Mortadelo le quitaría ese honor). Y fue en Pulgarcito, al final de los años sesenta, que empezaron a adaptarse novelas clásicas de la literatura juvenil como Las aventuras de Tom Sawyer o Dos años de vacaciones. Se publicaban a bitono a razón de seis episodios con un número final de páginas inferior a las típicas treinta que serían la norma con posterioridad. El experimento debió de funcionar porque poco después empezarían las adaptaciones a color a un ritmo de quince episodios con dos páginas por número. Las adaptaciones se extendieron a los demás semanarios de Bruguera que los editaban en ocho episodios, siete de cuatro páginas y uno final de dos. Éste sería el formato típico y que Pulgarcito adaptó tras unos años. Mortadelo sólo prepublicó algunos de los títulos de JLJ, concretamente algunos de los dedicados al Corsario Negro de Salgari, para aprovechar el estreno de la película realizada por el equipo de la extraordinariamente exitosa serie de televisión Sandokan, y que sustituirían al hasta entonces inamovible Corsario de Hierro.
Estas adaptaciones, vistas ahora, tienen un cierto aire anticuado por su considerable texto y sus numerosas viñetas por página pero a ver cómo iban a meter en treinta páginas una novela como David Copperfield si no es así... Pese a todo ello, bastantes de estos trabajos siguen manteniendo un considerable atractivo.
Y en 1970 Bruguera decidió recopilar esas adaptaciones bajo el título Joyas Literarias Juveniles, siendo el primero de todos Miguel Strogoff. El precio original era de 15 pesetas. Venían a ser un cómic-book: treinta páginas de historieta, con una portadilla, todo ello envuelto por una portada pintada de Antonio Bernal. Ésta es la colección conocida entre los aficionados como la serie verde, para diferenciarla de la serie roja, donde se editó El corsario de hierro de Víctor Mora y Ambrós, y la serie azul, dedicada a personajes para niñas (Esther, por mencionar la más popular). La colección Grandes Aventuras Juveniles, donde se publicaron las primeras aventuras del mencionado Corsario de Hierro pero también de El sheriff King, Roldán sin miedo, Supernova o Dani Futuro, y que apareció al mismo tiempo que la serie que nos ocupa estuvo a punto de aparecer como una subserie aunque al final, y pese a algunos anuncios ya publicados, se lo pensaron mejor.
Las recopilaciones nunca fueron cronológicas. Si uno se entretiene en ver donde se prepublicó cada número de JLJ no hay forma de entender el sistema que se usaba para programar los números de la colección. De hecho, creo que hay alguna adaptación que quedó olvidada y nunca llegó a ser recuperada (no puedo confirmarlo totalmente pero en Tio Vivo se editó El cazador de ciervos, posiblemente una adaptación de la novela de Fenimore Cooper).

LOS AUTORES
Hablemos ahora un poco de los autores implicados en estas adaptaciones. En primer lugar y claramente destacado debemos mencionar a José Antonio Vidal Sales quien bajo su nombre o alguno de sus numerosos pseudónimos (el más habitual en Joyas Literarias Juveniles fue el de Cassarel aunque no el único) fue el guionista que más números escribió. Y es que el tema de los pseudónimos dificulta saber si todos los nombres que se encargaron de las adaptaciones en el tramo final de la colección son auténticos o no.
Y no sólo en los nombres de los autores de la adaptación encontramos pseudónimos. También entre los autores adaptados. Por dos motivos: el primero es que en JLJ también aparecieron de vez en cuando algunas biografías (Julio César, Ricardo Corazón de León, Lawrence de Arabia) y para éstas se partió de los libros de la mencionada anteriormente Colección Historia que habían sido escritos por autores habituales de la casa. Así, bajo los ostentosos nombres de Enrico Farinacci o Elliot Dooley se escondía el más común Enrique Martínez Fariñas.
El segundo y más divertido era para disimular que no había tal adaptación sino que era un guión sin más. Me explico, Víctor Mora, el conocido guionista de El Capitán Trueno, El Jabato o Las crónicas del Sin Nombre, adaptó novelas como El último mohicano pero el grueso de su trabajo en esta colección fue adaptar al inexistente Vincent Mulberry (observe el lector la repetición de iniciales y el que Berry en inglés sea “mora”). Uno entiende que se hiciera esto ya que si el guionista se debía leer según que libros para hacer un guión, acababa ganando mucho tiempo si se lo inventaba directamente. Pero claro, uno recuerda cómo disfrutó de niño leyendo la adaptación de Claudio y la tabla redonda y cómo buscó la novela original sin ningún resultado. Otra opción era adaptar a un autor “anónimo” (Historia de un guerrero o los números dedicados a Simbad).
Esto también sucedió, normalmente asociado al tirón de algún producto cinematográfico o televisivo, con historias de Simbad, Heidi, Dick Turpin, el Corsario Negro o Sandokán, historias firmadas por Cassarel o por el creador del personaje indistintamente y sin demasiados miramientos.
Volviendo a los guionistas de JLJ, y ya mencionados Vidal Sales y Mora, podemos recordar las contadas pero muy competentes adaptaciones a cargo de Andreu Martín (lo que ganó la literatura lo perdimos los aficionados al cómic), especialmente vigorosos sus trabajos basados en Emilio Salgari y Enrique Sienkiewicz, y Armonía Rodríguez, esposa de Víctor Mora.
Las últimas adaptaciones vinieron firmadas por otros nombres, posibles pseudónimos, y que pasaron por la historieta con más pena que gloria, vistos sus más bien pobres resultados, muy lejos de lo que había sido la colección hasta entonces.
Pasemos ahora a los dibujantes. Con el final de nuevas aventuras de los héroes de la editorial como el Capitán Trueno, las adaptaciones fueron el destino de muchos de esos dibujantes. Así, Fuentes Man o Ángel Pardo realizaron algunos episodios de lo más interesante. De ellos, me quedaría con algunos de sus trabajos sobre Salgari (El león de Damasco y Los misterios de la jungla negra, respectivamente), obras llenas de energía y que superan sus más conocidas páginas con el Capitán Trueno. Otros, como Cerón, fueron tan prolíficos como desacertados. Otros fueron habituales de las adaptaciones pero con un nivel bastante más aceptable (Porto, el dibujante que más números hizo pese a ser de los últimos en incorporarse, por decir alguno). Muchos mantuvieron un buen nivel (Carrillo, García Quirós, Escandell, Duarte, Quesada, Vivas), trabajos que aguantan los años pasados sin problemas, dignos, legibles. Autores tan interesantes como Jesús Blasco, Luís Bermejo o Adolfo Buylla se acercaron sólo en una ocasión para tristeza de muchos. El resultado en definitiva es que el nivel gráfico fue muy desigual. Junto a trabajos memorables se publicaban páginas hechas de mala manera por autores competentes por la mecánica de producción o dibujadas directamente por gente que no era la más indicada.

LOS AUTORES ADAPTADOS
Pseudónimos aparte, si miramos los autores adaptados en JLJ vemos a los clásicos Julio Verne, Emilio Salgari, Walter Scott, algo de Dumas (no deberían de tener claro que les cupiese El conde de Montecristo en tan poco espacio) y Defoe, pero también varias novelas bastante más extrañas (La vuelta al mundo de dos pilletes, Aventuras de un soldado de Napoleón, las escritas por el Capitán Marryat)...
El autor más usado fue Verne con casi cincuenta adaptaciones, seguido a bastante poca distancia de Salgari (incluyendo o no, tanto da, los números que llevaban su nombre pero que no eran más que historias basadas en sus personajes). Luego ya vendrían Karl May-el Marcial Lafuente Estefanía alemán-, Charles Dickens-quien entre tanta aventura cantaba un poco- y Walter Scott.
El acabar usando las obras menos conocidas de estos autores (parecía que iban a editar en cualquier momento la correspondencia y las recetas de cocina) provocó que en sus últimos tiempos se incorporaran nuevos autores como Arthur Conan Doyle, Joseph Conrad o Victor Hugo. El final de la colección truncó ese rumbo y sólo nos queda elucubrar lo que hubiera podido ser su futuro.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
Joyas Literarias Juveniles duró 269 números a lo largo de unos quince años. Al ser un producto muy intemporal, de muchos de los episodios hay varias ediciones que se diferencian porque así se indica en la contraportada (sólo la primera edición de los primeros números no llevaba a los autores y la fecha de publicación en la contraportada), además, claro está, de posibles precios diferentes según el año de impresión. La primera edición de algunos de los primeros episodios llevaban una portada algo más rígida y con un curioso motivo psicodélico en el interior de las portadas mientras que en los años ochenta se realizó un nuevo diseño de portadas en el que el color rojo era predominante.
Las reediciones de los diversos números bailaban según el tirón de un determinado número. Así, en pleno furor en los setenta de la serie de televisión Sandokan, el número del mismo nombre llegó a las cuatro ediciones, mientras que Viaje a la luna sólo llevaba dos, habiendo aparecido antes, o Quintin Durward tuvo que esperar al 1982 para ver su cuarta edición.
Aparte de incluir alguna de estas adaptaciones en números extraordinarios de las diversas publicaciones de la editorial, hubo dos colecciones destinadas a las reediciones de JLJ: Famosas Novelas y Superjoyas. La primera consistía en unos tomos con tapa dura que recogían trece números de JLJ en orden cronológico. La segunda consistía en tomos de tapa blanda que recopilaban tres adaptaciones del mismo autor, siendo el primero de ellos el dedicado a Edmondo D’Amicis, por aquello de aprovechar el éxito de ese momento de la serie de televisión Marco. Mención aparte se merece la colección Historias Color, versión moderna del primitivo Historias Selección, donde se seguían combinando cómic y páginas de texto, aunque la parte de historieta era en esta ocasión la adaptación a color que aparecía en JLJ.
Cuando la colección cerró, Bruguera editó una nueva serie donde se reeditaban algunos números de la anterior edición junto a algunos nuevos. El primero de ellos fue ua curiosa adaptación de Frankenstein a cargo de unos autores más modernos de lo habitual, habían colaborado no hacía mucho en CIMOC, y con una portada pintada de Esteban Maroto. El final de Bruguera, antes de reconvertirse en Ediciones B, acabó con la aparición de nuevas adaptaciones. Desde entonces, muchas de las obras aparecidas en Joyas Literarias Juveniles se han seguido reeditando en suplementos de periódicos o en lujosos y caros tomos tipo enciclopedia pero Ediciones B parece que las tiene totalmente olvidadas, para bien o para mal.

26 comentarios:

zeke dijo...

Lo habia leido en el Dolmen,mis favoritos eran los de Karl May.

Anónimo dijo...

Qué bonitas las portadas, oiga.

Y el texto muy interesante, sí, aunque ya me lo leí en su día, en el "Dolmen".

(Más textos de este tipo, como el de los personajes de la I.P.C. del último número, y menos artículos dedicados al resumen de colecciones, es lo que se echa en falta en la revista)

Un saludo.

Anónimo dijo...

Vamos que si estás leyendo mucho de Bruguera... ¡como que estás acaparando todo lo que se subasta en ebay! Ahora en serio, y de acuerdo con el comentario de arriba, hacen falta más textos de este tipo.

Jaume Vaquer dijo...

Alfred: sí, las portadas, muchas al menos, son preciosas...

Lo de los artículos del Dolmen... Hombre, la actualidad manda. Y eso se nota en qué artículos salen más votados en la encuesta que hacemos cada año aprovechando los Premios Dolmen...

Fco Javier: Hombre, no todo... Hay un par que me suelen superarme en el último segundo... ¡Y a los que se la tengo jurada!

Rafael: ¿Qué mail? ¿Cuándo lo mandaste? Y el libro no tiene nada que ver con Bruguera, es sobre un autor...

Anónimo dijo...

> Y eso se nota en qué artículos salen más votados en la encuesta que hacemos cada año aprovechando los Premios Dolmen...

Pues este año se supone que los más votados fueron el que repasaba el nosequé aniversario de DC Comics, el de La Cosa del Pantano de Moore y el que repasaba la carrera de Bernie Wrightson. Actualidad, actualidad...

Anónimo dijo...

Además de que a nivel de actualidad, creo yo que a cualquier publicación impresa, hoy por hoy, le resulta imposible competir con internet; cuando salen publicadas la mayoría de las noticias ya no son noticia.

De ahí que la revista debiera tirar más por otros derroteros, a mi juicio, siguiendo la linea de los citados artículos.

Pero bueno, tampoco me voy a meter yo donde no me llaman. Suya es la revista, así que hagan con ella lo que mejor les parezca, que sus motivos tendrán.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Por no decir que si la mayoría de los artículos que publicáis son de actualidad, las probabilidades de que alguno de ellos esté entre los más votados es claramente mayor...

No me extraña que estés orgulloso de este artículo, es de los mejores que han salido en Dolmen. Por cierto, yo leí Los papeles póstumos del Club Pckwick de Dickens después de disfrutar un huevo con el cómic publicado en esta colección...

Otra cosa, creo que los autores de la "escuela Bruguera" merecen un reconocimiento que aún no les ha llegado. Tengo un montón de recuerdos de cómics y autores que aparecían en el Mortadelo, el Zipi y Zape o sus derivados con los que disfrutaba un montón y ya no recuerdo los nombres ni de unos ni de otros. ¡Artículo (o libro) pero ya!

Anónimo dijo...

Pues en tal caso, amigo edu, quizá le interese el siguiente blog, si es que no lo conoce aun:

http://ladyfilstrup.blogspot.com/

Una auténtica maravilla, en mi opinión.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Me ha parecido muy interesante el artículo. A ver si es posible llevar uno a cabo con las grandes portadas de Joyas Literarias Juveniles. ¿Sería posible publicar en una web las casi 300 para disfrutar con ellas?

absence dijo...

Sincronías de la vida: http://absencito.blogspot.com/2007/06/b-art-project-con-perlas-y-brillantes.html

Anónimo dijo...

¿Qué hay de Torregrosa y Casamidjana? No creo que fuesen dibujantes despreciables.

Anónimo dijo...

Aca en mexico tambien salieron peor tenian las portadas un tanto diferentes, mis padres coleccionaron un gran numero de ejemplares y aun los conservo si alguien le interesa uno en especifico pues pidalo a ver si lo tengo junkyver@yahoo.com

Anónimo dijo...

¿Que "Claudio y la tabla redonda" no existe, se lo "inventó" el guionista? Joder... Era una de mis favoritas...
Cojonudo el artículo. Siempre me ha fascinado encontrarme con alguien que coleccionara las Joyas de pequeño y hablar del tema, aunque nunca he encontrado demasiada gente que lo hiciera.
La verdad es que su lectura me ha servido para "seleccionar" libros que he ido leyendo a lo largo de los años. A nivel gráfico, por lo general, dejaban mucho que desear (coincido en lo de "El león de Damasco"), pero -quizá porque me remite a la infancia- los ilustradores más característicos, o los que tenían un estilo más particular- me han dejado siempre un muy buen recuerdo. Por ejemplo, el que dibujaba casi todo lo de Karl May o "Las aventuras de Cásar Cascabel"... En fin, al margen de su valor artístico, para mí, las Joyas Literarias han supuesto un acercamiento o apertura a la literatura que, de otro modo -quizá por la fuerte presión de la TV desde esa época- hubiera resultado más complicado de asimilar para niños de 8 o 10 años. Además, siempre te puedes tirar el rollo de haber leído a Verne, Dickens, Salgari o Scott de pequeño, ja, ja. Y Robinson Crusoe, ¡qué bonito!

Anónimo dijo...

Yo hice la colección de chaval, todavía la tengo y de hecho se los dejo a mis hijos para que, con cuidado, empiecen a leer. Cuando las vuelvo a ver ahora, todavía recuerdo perfectamente las viñetas y la historias de las veces que las lei.
Pero quería comentaros, a raíz de algunos comentarios de las portadas, que mi madre me encuadernó las JLJ en tomos de 25, para darme una sorpresa, y pobre de mí, dejó las portadas en el sitio donde los encuadernaron, con lo que cada vez que veo uno se me agolpan los recuerdos.

Albert dijo...

Una maravilla, oye.

Victor dijo...

Me gustaria saber donde puedo comprar uno de estos "lujosos tomos." Seria posible obtener una direccion http:// donde pueda comprar uno de estos dichos tomos. Estoy muy interesado en adqurirlos.

Francois TETEVIDE dijo...

Hola,
Permítanme escribir para la información. Me gustaría saber quién posee los derechos de propiedad de las "Joyas Literarias Juveniles", publicado por Bruguera desde 1970 hasta 1983.
En esta colección, el N º 80 es una adaptación de una novela de Alfred Assollant "Las Aventuras del Capitán Corcoran" diseñado por Antonio Pujol Borrell.
El novelista nació Alfred Assollant Aubusson.
Como secretario de la Asociación de Aubusson Innes imágenes que me gustaría publicar esta nueva adaptación en francés.
Necesito su ayuda y sus conocimientos para saber los propietarios que poseen los derechos de esta historia para salir a hacer una versión en francés.
Con la esperanza de una respuesta, gracias
francois.tetevide@wanadoo.fr

Unknown dijo...

Muy buen artículo. Si hoy leo libros es gracias a JLJ.

Anónimo dijo...

Hola a todos,

Esta semana pasada compre los tres tomos de la reedición de joyas literarias juveniles, cuando los vi, me entraron viejos recuerdos, muy buenos de mi infancia, siempre les tengo un muy buen recuerdo las historias, y aventuras de estos libros-comics, aun tengo dos libros, en que tenian varios numeros juntos a la vez, tengo el del 20000 leguas viaje submarino, y el de la mujer arabe con la tapa de color verde botella, tenia otro pero con el paso del tiempo se estropeo, y al final me parece que lo tiramos, era de color marron, es lo unico que recuerdo, espero que con la nueva colección, los vuelva a tener, comprové el nivel de il.lustración de los viejos numeros, con los nuevos, y son muy exactos, con los mismos dialogos, aunque el tipo de papel es diferente, ya que con los antiguos, tenian un tipo de papel como de "seda", y los colores parecen mas intensos en los viejos numeros, el color amarillo, se repite mucho en la serie, y los nombres españoles era algo que no me habia fijado, en muchas historietas salen nombres españoles un poco peculiares, como juan "componelotodo" jeje, en fin, que ayer por la noche lei una aventura, que recuerdos....

Anónimo dijo...
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Unknown dijo...

Nací en 1970 y ahora con 44 tacos estoy releyendo la maravillosa colección Joyas Literarias Juveniles. Después de tantos años me dije, desde el primer número al último, tengo que volver a ella. Y lo estoy haciendo (voy ya por el 253) y es un autentico placer descubrir de nuevo a los autores y con una edad más adulta, ver las diferencias en la percepción de las historias de cuando era un niño. Algunos dibujantes siguen sin gustarme; otros que no me gustaban tanto ahora me parecen maestros como Jose Maria Casanovas, Luis Casamitjanas o Alfonso Cerón(este último hace unas adaptaciones para la colección maravillosas). Me encantaban, Felix Carrión, Juan Escandel, Vicente Torregrosa...seguro que me dejo alguno. Pero hay tres espectaculares. Juan García Quirós (madre mía que pedazo de dibujante. No habrá otro Miguel Strogoff que el suyo), Miguel Quesada (fabuloso, "Drama en el Pacífico" a la altura de los más grandes", Ángel Pardo ("Los misterios de la jungla Negra" y "Aventuras de Robin de los Bosques" debería tener cientos de premios) y como no Fuentes Man ("La Jangada", "La Galera del Baja" y su maravillosa adaptación "Novela de vacaciones" es de lo mejor que he leído en comic. Y ya he leído de todo de unos y de otros. Da Marvel y de DC. De Hugo Pratt y de Jean Giraud. De Gaiman a Moore. De Alex Raymond a Hogarth y a Foster. Y estos dibujantes españoles que he nombrado, que me parecen a mi a la altura de los mejores....

Unknown dijo...

Nací en 1970 y ahora con 44 tacos estoy releyendo la maravillosa colección Joyas Literarias Juveniles. Después de tantos años me dije, desde el primer número al último, tengo que volver a ella. Y lo estoy haciendo (voy ya por el 253) y es un autentico placer descubrir de nuevo a los autores y con una edad más adulta, ver las diferencias en la percepción de las historias de cuando era un niño. Algunos dibujantes siguen sin gustarme; otros que no me gustaban tanto ahora me parecen maestros como Jose Maria Casanovas, Luis Casamitjanas o Alfonso Cerón(este último no me gustaba nada y ahora veo que realiza ilustraciones para la colección maravillosas que en su momento no las aprecié en su justa medida pero: David Copperfield, La pequeña Dorrit, Corazón y Sin familia, son adaptaciones con una personalidad indiscutible. Sus historias exceptuando las exóticas y las del oeste, éstas menos afortunadas, destilan emoción, sentimiento y sabe dar ese toque Dickens como ninguno ). Me encantaban, Felix Carrión, Juan Escandel, Vicente Torregrosa...seguro que me dejo alguno. Pero hay tres espectaculares. Juan García Quirós (madre mía que pedazo de dibujante. En cuanto a calidad gráfica, recursos y dominio del dibujo, composición de la página... un estilo clásico, sobrio... en mi opinión el mejor. No habrá otro Miguel Strogoff en mi imaginario del personaje más que el suyo), Miguel Quesada (fabuloso, "Drama en el Pacífico" a la altura de los más grandes. Digamos Quesada es el dibujante con el estilo más moderno de la serie. Sorprende su calidad. Ángel Pardo, espectacular, dinámico. Qué personalidad a la hora de componer la página. ("Los misterios de la jungla Negra" y "Aventuras de Robin de los Bosques" deberían tener premios) y por último me dejo al que en su momento más me gustaba y ahora todavía lo valoro más. El gran Fuentes Man. Otro que junto a Quiros, no sé como no tiene una escuela de arte con su nombre. Es que su dibujo lo tiene todo. Personalidad, belleza, dinamismo, fuerza... ("La Jangada", "La Galera del Baja", "El león de Damasco" y su maravillosa adaptación "Novela de vacaciones" es de lo mejor que he leído en comic. Probad a descargar el comic a una Tablet y agrandad los detalles. Cómo los estoy disfrutando!!! Y ya he leído de todo de unos y de otros. De Marvel y de DC cientos de colecciones. De Hugo Pratt y de Jean Giraud, Hermann, Palacios.... De Gaiman a Moore. De Alex Raymond a Hogarth y al más grande Harold Foster. Y estos dibujantes españoles que he nombrado, que me parecen a mi a la altura de los mejores.... ¿Será la nostalgia?

jennyu dijo...

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Unknown dijo...

Yo comencé de niño,en los años 70 y he conservado practi amente todos los ejemplares,es más,reinicie la busqueda y compra hace unos 5 años y tengo,salvo alguma excepción,los primeros 200 números.Me resulta curioso e interesante conocer a más personas qué tienen ésta "fijacion" tan particular y poder compartir información sobre todo acerca de Bruguera y en particular J.L.J.Gracias.

Unknown dijo...

A mi me insistían muchísimo en casa sobre la conveniencia de encuadernar los ejemplares,por aquello de la conservación.Afortunadamente no les hice ningún caso porqué el tirón qué tienen las portadas de Bernal es Mágico y prefiero qué se conserven un poquito peor e individualmente.

Unknown dijo...

Sin duda,son de lo.mejor.